Guerras y rumores de guerras: Cómo adorar cuando la guerra golpea el hogarMuestra

El evangelio será predicado

En la Navidad pasada, un hombre de Afganistán se presentó en nuestra iglesia. En caso de que nunca hayas estado en mi ciudad, ¡no tenemos muchos afganos! Antes de conocerlo, lo noté desde la distancia. Su atuendo tradicional, un abrigo blanco abotonado hasta los muslos con pantalones blancos de juego, llamó mi atención entre la multitud de Navidad. Después de que terminó el servicio, tuve el placer de conocer a este hombre y, a través de una combinación de inglés entrecortado y traduciendo frases por medio de Google, supe qué lo había traído a nuestra ciudad: la guerra. Temiendo que los talibanes lo asesinaran, corrió 7,000 millas desde su casa hasta el lugar que yo llamo hogar.

En los meses desde que nos conocimos, he pensado mucho en el precio de la guerra. Aunque nuestra iglesia ha estado haciendo todo lo posible para darle la bienvenida a él y a su familia a nuestra comunidad, no puedo dejar de pensar cuánto le ha costado la mudanza—tener que aprender inglés. Tomar su examen de conducir. Encontrar trabajo. Criar hijos con su esposa en una ciudad donde ninguno de nosotros puede hablar pashto o dari, sus idiomas nativos. Este hombre me ha mostrado fotografías de su antigua vida en Kabul, incluidos videos de él bailando con su familia y amigos en bodas. Ha perdido tanto. Demasiado.

Pero antes de que perdamos la esperanza, recordemos lo que dijo Jesús acerca de tales cosas. En Mateo 24, en medio de su cruda predicción sobre guerras, rumores de guerras y el amor enfriado, Jesús hizo esta promesa: “Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (versículo 14). Antes de que llegue el fin, incluso en medio de los “dolores de parto” de este mundo lleno de guerras, se predicará el evangelio.

Si eres un amante de la historia, ¿alguna vez has notado cómo Dios ha usado las guerras, las hambrunas y las dificultades para conectar a las personas con las buenas nuevas de Jesús? Piensa en las historias de la Biblia de la familia de José que se dirigía a Egipto cuando no había comida. O Rut conociendo a Booz a causa de una hambruna y algunos funerales. O los apóstoles dispersándose para predicar la salvación porque Saulo los perseguía después del apedreamiento de Esteban. Nuestro Dios siempre en control, sabe exactamente cómo usar los pecados del hombre para aumentar la salvación de los hombres.

“Padre nuestro, venga tu reino”. Esa sería la oración correcta para orar cuando la guerra golpea cerca de casa. Padre, por favor usa este conflicto para promover tu reino. Mientras las personas corren por sus vidas, que corran a los brazos de aquellos que conocen el corazón de Jesús. Abre los corazones y los hogares de los cristianos locales para que su luz brille intensamente y se agreguen nuevos ciudadanos a tu reino. Ya lo has hecho antes, padre. Hazlo otra vez.

Recientemente, algunos miembros generosos de nuestra iglesia donaron ropa y muebles a nuestro nuevo amigo afgano. Después de un pedido rápido por Internet, agregué un regalo a la pila: el evangelio de Juan en su idioma nativo. Me pregunto si alguna vez lo ha leído. ¿O siquiera visto? No estoy seguro, pero sé que el evangelio está siendo predicado, incluso en medio de la guerra.

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