Adviento que rompe barreras con Infinitum, Semana 2Muestra

La generosidad construye nuestra confianza en Dios.

Dedica un momento a nombrar algunas cosas que sabes que son absolutamente ciertas sobre el carácter de Dios. Podrían ser cosas que conoces por experiencia de primera mano, algo que has visto con suficiente claridad y regularidad para creer que es cierto acerca de Él, o algo que alguien en quien confías profundamente ha compartido contigo y afirmas su experiencia con confianza.

Ahora, toma esa lista y extrapola: si alguien es ____ y ____ y ____ (rasgos mencionados arriba), entonces es lógico que también lo sea: _________________. Tómate tu tiempo para disfrutar de esta imagen mental. Deléitate en la realidad de que este es tu Papá. Un Ser con este tipo de perfil de carácter... ¿es alguien con quien te gustaría salir? ¿Es alguien a quien te gustaría presentar a tus amigos? ¿Es alguien a quien puedes confiar tus secretos? ¿Con tu auténtico yo?

Cuando dedicamos el tiempo para deleitarnos en la realidad del carácter de Dios, nos liberamos a la generosidad porque nos damos cuenta de que este Ser de carácter profundo y digno de confianza es nuestro Proveedor. Él nos respalda. Explorar la generosidad hacia los demás en el contexto de este tipo de seguridad nos prepara para aumentar nuestra fe en Dios. Al respaldar nuestras obras generosas, aprendemos tangiblemente cuán digno de confianza es. ¡Cuán generoso es Él!

El ejemplar Ser generoso que se moldea a sí mismo en forma de bebé humano y entra en nuestro mundo para crear confianza, abrir el camino y disfrutar de la vida con sus creaciones. Practicar pródigamente nuestra propia generosidad es una conexión tangible con ese modelo de Dios y sirve no solo como recordatorio de que es fidedigno, sino como una oportunidad para verle demostrarlo de nuevo.