Adviento que rompe barreras con Infinitum, Semana 2Muestra
La generosidad es semejante a una invitación y una bienvenida.
Cierra los ojos por unos momentos y sintonízate con tu imaginación. Pidamos a Dios que abra nuestra imaginación espiritual para este ejercicio:
Imagina a un ser querido al que te gustaría abrazar, con ese abrazo que es cálido, recíproco y "hogareño".
Ahora imagina estirar los brazos lo suficiente como para incluir a todo el círculo de amigos de ese ser querido. Imagina sus rostros, las interacciones con el abrazo grupal y cómo se siente el aire a tu alrededor mientras estas personas comparten un abrazo grupal algo caótico y débilmente sostenido.
Ahora deja volar tu imaginación e imagina un entusiasta abrazo grupal compartido por todas las familias inmediatas en ese círculo de amistad. Observa la multitud en busca de diferentes grupos de personas y examina las respuestas de ellas a medida que reciben la invitación a este afectuoso abrazo. Permite que tu mente se detenga en alguien que podría estar luchando por recibir una bienvenida como esta. ¿Qué hace tu imaginación con ese momento?
A continuación, imagina ese grupo de personas abriendo los brazos en señal de invitación/bienvenida a sus vecindarios. Observa a la gente que llega. Utiliza tu imaginación infantil para ver cómo se estira el espacio donde todos se reúnen para acomodar esta ruidosa reunión. Toma nota de la energía mientras las personas reciben y aceptan esta invitación al afecto y la pertenencia. ¿Qué hace tu imaginación para que todos puedan participar en un abrazo grupal tan grande y revoltoso? ¿Cuánto dura el caos? ¿Qué sienten la gente al dejar el abrazo grupal para regresar a sus espacios? ¿Qué interacciones observas que suceden cuando las personas salen del abrazo grupal?
Jesús vino a amar al mundo. El mundo entero. Él abraza a todos los pueblos en todos los siglos en todos los lugares poblados. Ese bebé en un pesebre ya contenía un corazón lo suficientemente grande como para albergar al mundo entero. Él es nuestro antepasado, esa clase de corazón es nuestro derecho de nacimiento.
En ausencia de un abrazo grupal de toda la comunidad, ¿qué opciones te vienen a la mente... qué actos simples podrías realizar para demostrar generosidad al mundo... que parezcan una bienvenida y una invitación?
¿Qué sabes y amas de ese bebé en un pesebre que te inspira para desear un abrazo de tamaño global?
Escrituras
Acerca de este Plan
Estamos llenos de expectativa a medida que nos acercamos a este tiempo de celebración con la intención de estar en sintonía con el corazón de Dios. Acompáñanos durante cuatro semanas mientras: contemplamos la belleza, rompemos barreras, hacemos espacio, y somos sorprendidos por Dios. Como todo lo mejor en la vida, este viaje es mejor si se comparte con otros—así que invita un amigo o dos y tu sentido de admiración y sumérgete en la temporada de Adviento.
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