Explicaciones para el dolorMuestra

Dios es malo

"¿Por qué, Dios?". Esa es la pregunta más natural y más peligrosa que hacer cuando estás sufriendo. Cuando tu padre muere mientras estás en la escuela primaria o vives con depresión durante décadas o un accidente automovilístico mata a alguien que amas, es instintivo preguntar por qué. ¿Por qué pasó esto?

Mientras algunas personas se miran al espejo y se culpan a sí mismas, otras miran al cielo y culpan a Dios. Después de todo, Dios es Omnisciente y Todopoderoso; Él es el Señor que una vez dijo: “Yo soy el Señor, el Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo demasiado difícil para mí?” (Jeremías 32:27). Sería fácil para Dios chasquear Sus poderosos dedos y curar tu cáncer, arreglar a tu familia y pagar cada dólar de tu deuda.

Entonces, cuando Dios no lo hace, es lógico preguntarse si Dios es tan amoroso como dice ser. ¿Cómo puede despreciar a Sus propios hijos en su dolor, no hacer nada y pretender ser bueno? Esta es la pregunta que hace que muchas personas cuestionen la bondad de Dios o lo nieguen por completo.

Pero “Dios es malo” se queda tan corto como “Yo soy malo” cuando se trata de explicar el dolor. ¿Qué pasa con las bendiciones que Dios ha dado? ¿Qué hay de la gracia que Dios te ha mostrado? ¿Qué hay del Hijo que Dios envió por ti?

“Y el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, después de haber padecido un poco de tiempo, él mismo os restaurará y os hará fuertes, firmes y constantes” (1 Pedro 5:10).