Como Viendo Lo InvisibleMuestra
Carácter de hijo
Durante el reinado de Saúl, los filisteos eran enemigos de Israel. Estos amedrentaron durante 40 días al pueblo de Dios con la ayuda de un gigante llamado Goliat. Nadie se animaba a hacerle frente. Este gigante se burlaba del pueblo de Dios, y lo provocaba, por más que Saúl, había prometido grandes recompensas a quién lo enfrentara, ningún Israelita se animaba a luchar contra Goliat. Mientras Israel y los filisteos estaban enfrentados, David, un muchacho que era pastor de ovejas, había ido a llevarle comida a sus hermanos de parte de su padre y cuando vio lo que estaba sucediendo, resumiendo la historia, se indignó y en un momento preguntó: ¿Quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios Viviente? Por supuesto, David peleó contra el gigante y lo venció. Pero lo que me llama la atención de esta historia es lo que motivó a David a enfrentar al gigante. Sin importar quién era, ni su condición, ni sus recursos, esa indignación que le agarró fue porque él sabía quién es Dios. No podía entender como los filisteos faltaban el respeto de esa manera y como ningún israelita tenía valor para intentarlo.
Ahora la pregunta del millón es, ¿cuáles son las motivaciones de mi vida? ¿Vivir el típico sueño americano “cristiano”, o vivir una vida de sencillez y grandeza porque camino toda mi vida en la Presencia de Dios? Necesitamos tener motivaciones correctas en nuestra vida. La eternidad es conocer a Cristo y comienza hoy, no cuando morimos físicamente. Así que, ¿para qué realmente vivo? ¿En dónde están mis metas? ¿Yo construyo mi vida y mi futuro, o le permito a Dios construir mi vida?, ¿Mi meta es glorificar a Cristo en cada área de mi vida? Tener carácter de hijo de Dios, es tener mente de Reino. Buscar, darle propósito divino a todo lo que hacemos y emprendemos, es soñar, ser creativo, ser aventurero, ser adorador, tener una fe firme, ser alguien que tiene el hábito de ir a la cruz, que no teme confiar y entregar. Te animo a que hoy hagas un compromiso con Dios, de no solo creer en Él, sino también de creerle a Él, y camines en fe.
Oración
Amado Dios, te doy gracias por darle sentido a mi vida, por enseñarme a caminar en fe, porque me regalas sueños, y puedo encontrar descanso en saber que Tú también estás en mi futuro.
Acerca de este Plan
Este plan te hace una invitación a ir mas allá de lo común, te desafía a vivir por fe. Vamos a meditar sobre cómo tener fe cuando no logramos tener fe, cómo sanar una fe herida, cómo avanzar hacia nuestro propósito y llegar a alcanzar todo lo que Dios tiene para nosotros, caminando como viendo lo invisible.
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Nos gustaría agradecer a Judit Paz por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/soyjuditpaz/