Adviento en familia con Infinitum: Semana 1Muestra

Los pastores de la historia navideña NO eran las personas más populares de su sociedad. Fueron excluidos de los lugares en que todos imaginaban que Dios estaba presente. Su trabajo les impedía ir al templo porque se los consideraba impuros. Eran marginados.

Pero en la historia de Navidad, el amor los persiguió, salió a las afueras de la sociedad con una invitación celestial a ser incluidos.

“Un Salvador les ha nacido”, dijeron los ángeles. ¡¿Puedes imaginarlo?!

¿Alguna vez te has sentido invisible? No en la increíble forma de superhéroe (porque eso sería genial). No, en la forma en que definitivamente SABES que no eres invisible, pero que a veces en un grupo de personas puede parecer que nadie nos “ve”. Los pastores probablemente se sintieron así, invisibles para Dios y para los demás. Pero en la historia de Navidad, el amor los persiguió y les nació. ¡Y por supuesto, tenían que seguir lo que decían los ángeles!

Y cuando encontraron a Jesús y lo vieron con sus propios ojos, confirmaron lo que los ángeles habían dicho: ¡¡Este bebé (Jesús, el prometido Salvador del mundo) era para ELLOS!! Y esa increíble experiencia no era algo que pudieran mantener en silencio. ¡Tenían que CONTÁRSELO A LA GENTE! Eso es lo que todos hacemos cuando nos suceden cosas asombrosas. Queremos compartirlo.

Al igual que para los pastores, Jesús es para TI. El amor y la belleza de Jesús no es solo para la gente popular, los ricos, los inteligentes, los talentosos… Jesús es para todos nosotros. Su amor es como un hogar... un lugar al cual pertenecemos. Es hermoso estar incluido, ¿no?

Hoy, mientras interactúas con compañeros de clase, hermanos y personas, dondequiera que vayas considera ofrecer ese sentido de pertenencia a las personas como lo hace Jesús. Eso podría ser tan simple como mirarlos a los ojos, saludarlos, invitar a alguien a sentarse contigo durante el almuerzo o a pasar el rato juntos en un descanso. ¿De qué maneras permitirías hoy que la generosa aceptación de Jesús hacia todos inspire tu interrelación con la gente?

Idea de actividad: Crea belleza para compartir; pídele a Dios que te recuerde a algunas personas con quienes Él quiere que compartas su belleza (como los pastores cuando compartieron la historia). Hazles un dibujo y pregúntale a Dios: "¿Qué quieres decirle a esta persona a través de esta imagen?". Compártelo con aquellos que vienen a tu mente.