Enemigos del corazónMuestra

Andy Stanley: Enemigos del corazón

Devocional día 3

Despojándonos del dolor y del enojo

Escritura: Efesios 4:25-32

El segundo enemigo del corazón es el enojo. Nos enojamos cuando no obtenemos lo que deseamos.

Muéstrame una persona con enojo y verás que es una persona herida. Y te garantizo que está herida porque le han arrebatado algo. Alguien le debe algo.

Todos conocemos personas que al estar enojadas dicen algo así: "Tú me arrebataste mi reputación". "Tú robaste mi familia". "Tú robaste los mejores años de mi vida". "Tú robaste mi primer matrimonio". Me robaste mi juventud". "Me robaste mi pureza". "Me debes un aumento de salario". "Me debes una oportunidad de intentarlo". "Me debes una segunda oportunidad". "Me debes afecto".

La raíz del enojo es la percepción de que algo fue arrebatado. Algo se te debe. Y ahora una relación de deuda/deudor se ha establecido.

¿Y tú? ¿Qué deuda es la que causa tu enojo?

¿Cuánto tiempo permitirás que la gente que te ha lastimado controle tu vida? Otro mes? Otro año? Otra etapa de tu vida? ¿Cuánto más?

Me gustaría proponerte que ¡hoy sea el día en que te despojes de tu dolor!

Aunque es cierto que tú no puedes deshacer lo que ha sido hecho, es igualmente cierto que tú no debes dejar que el pasado controle tu futuro. En Efesios 4, se nos ordena "abandonen toda amargura, enojo e ira". Eso lo hacemos, "perdonándonos los unos a los otros, así como Dios nos perdonó".

El remedio para el enojo es el perdón. Si esperamos que nos traten bien por la maldad que nos han hecho, seremos nosotros los que paguemos. Si, en cambio, cancelamos las deudas que nos deben, seremos libres.

De las cuatro terribles fuerzas que estaremos tratando en estos devocionales, creo que el enojo sin resolver, causado por una herida voluntaria o involuntaria, es el más devastador, aunque, en cierta forma, es el más fácil de superar. Simplemente decides cancelar la deuda. Decides y dices: "tú ya no me debes".

Sigue este proceso de cuatro pasos hoy: (1) Identifica con quién estás enojado. (2) Determina qué es lo que te deben. (3) Cancela la deuda perdonándolos. (4) No dejes que el enojo crezca otra vez.