Jesús y la Locura de la NavidadMuestra

Cristo en la locura

En mi experiencia, la mayoría de nosotros tenemos una Navidad locamente ocupada o una Navidad locamente dura. Si tienes la suerte de tener familia y amigos, una buena iglesia y un buen trabajo, entonces diciembre está muy ocupado con todas las fiestas que requieren (1) un plato para compartir, (2) un suéter navideño y (3) otra noche fuera de casa. Si careces de tales bendiciones, tu diciembre podría ser muy duro al pensar en (1) la disfunción de tu familia, (2) un ser querido que no está presente o (3) la diferencia entre tu vida rota y las vidas de las caras sonrientes que ves en las tarjetas que llegan por correo.

Cualquiera que sea el tipo de locura que estés enfrentando, aquí hay buenas noticias: Cristo está en la locura. Habría sido mucho más fácil para Jesús quedarse en el cielo, lejos del fuego del basurero llamado Tierra, pero no lo hizo. Hizo Su morada entre nosotros. Jesús pudo haber elegido a algunas personas más cultas como Sus amigos más cercanos, pero en lugar de eso, vivió con Pedro, Santiago, Juan y María, justo en medio de todo Su desorden, Su orgullo, Su ira y Su pasado poseído por demonios. Jesús pudo haber escapado fácilmente de Su propio arresto, pero en cambio dejó que otros lo arrastraran a la locura de la cruz, la injusticia y la tumba.

Sé que la Navidad, y la vida en general, pueden ser una locura. Gracias a Dios que ahí es justo dónde está Jesús. “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Juan 1:14). Entre nosotros. Ahí es dónde estaba Jesús. Ahí es dónde Jesús todavía está.