Dios y mi Lista de Cosas por HacerMuestra

El Evangelio para gente productiva

¿Te consideras una persona productiva? Si esas pruebas de personalidad son ciertas, mi vida está llena de gente productiva. Mi mamá, mi suegra, mi esposa, mi pastor principal y muchos miembros del equipo de Tiempo de Gracia son cristianos de alto rendimiento, motivados y que hacen muchas cosas. Si eres como nosotros, tu vida se mueve rápido y hay poco tiempo para el silencio, la quietud y el descanso sabático.

Pero todos necesitamos reducir la velocidad de vez en cuando, y Jesús lo sabe. En la cruz, nuestro Salvador no gritó: "¡Aquí está tu lista de tareas pendientes!" o "¡Sé productivo y me verás en el paraíso!". En cambio, sabiendo exactamente lo que necesitábamos, Jesús exclamó: “Consumado es” (Juan 19:30). Ah, consumado. Una palabra tan vivificante, ¿no es así? El trabajo de salvarnos está hecho. No hay mandamientos que debamos guardar para ser salvos. No hay una lista de obras de amor que debemos hacer antes de morir. Jesús hizo todo lo que había que hacer en nuestro lugar.

Eso no nos convierte en cristianos perezosos. Sin embargo, ofrece descanso a nuestras almas que siempre andan corriendo. Podemos reducir la velocidad. Podemos estar quietos. Podemos sentarnos y disfrutar del Dios que no nos hizo trabajar para nuestra salvación, sino que nos dio todo por Su gracia.

Sé que tú y yo perseguiremos nuestras metas pronto. Por ahora, ¿qué tal si ambos respiramos profundamente, fijamos nuestros ojos en la cruz y disfrutamos al Salvador que dijo: “Consumado es”?

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