La CoartadaMuestra
LA NEGACIÓN
Me bendice muchísimo que estés aquí, no tienes idea de lo emocionado que estoy por emprender este segundo día contigo. No se diga más, y empecemos.
¿Sabías que la coartada es igual a pretexto? Y siendo sinceros, ¿quiénes de nosotros podemos decir que no hemos puesto pretextos o excusas ante momentos de presión, o de incomodidad?
Somos expertos en este tema y con los años desarrollamos la habilidad de evadir aquellas circunstancias que implican confrontación.
La caída del ser humano ante su desobediencia, implicaba una conversación entre Dios, Adán y Eva (como lo conversamos ayer), fue después de comprender lo que habían hecho y de la magnitud de su error, que comprendieron en sus conciencias que Dios ya sabía lo que había pasado. Siempre ha sido peculiar para mí ver la reacción de Adán y Eva al escuchar a Dios caminar por el Edén.
¡Se escondieron!
¿Quién de nosotros estando enfermos, evade al doctor para ser atendidos? Es absurdo, pero parece que hay algo en nuestra naturaleza que nos incita a ocultarnos de quien puede ayudarnos.
“Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: —¿Dónde estás? El hombre contestó: —Escuché que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí” (Génesis 3:9-10 NVI).
La culpa y la vergüenza siempre vendrán de la mano con el pecado, la desobediencia quiebra el alma a tal grado que podemos vernos tentados en huir de Dios o escondernos de Él. Existen errores en nuestras vidas, a los que debemos tomar por la fuerza y rendirlos ante la voz de Dios.
La misericordia de Dios es para cada uno de nosotros, todos los días se extiende y se renueva, Dios ya conoce nuestra falla y desea ayudarnos en el proceso de confesión. La negación nunca resolverá la crisis que causa nuestro error.
Las escrituras nos enseñan que:
“Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja halla perdón" (Proverbios 28:13 NVI).
Dios desea que prosperemos, que avancemos en la fe con una vida plena, y hoy es una oportunidad para rendirnos ante Él y reconocer que lo necesitamos.
El estar conscientes de la enfermedad nos llevará a la cura, la buena noticia es que no existe pecado más grande que Su amor por todos nosotros.
Te invito a hacer está oración:
¡Jesús gracias por Tus palabras y Tu perdón, hoy entiendo que me amas y deseas verme bien. Realmente he estado lejos de Ti, y deseo que me ayudes en mi debilidad. Abro mi corazón a Tus palabras de gracia y recibo tu perdón! Amén.
Acerca de este Plan
Este plan tiene por objetivo ayudarte a comprender, lo vital que es siempre mantener ante Dios una actitud de transparencia y de genuinidad. Quiero invitarte a que juntos iniciemos estos tres días con gran entusiasmo y expectativa sobre lo que Dios quiere hablarte.
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Nos gustaría agradecer a Caleb Acuña por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://linktr.ee/Caleb_blog?utm_source=linktree_profile_share<sid=3aaf70cb-7c11-4a2e-9a5b-54b1ee888c5e