EL SERVICIO.

En la perspectiva de Jesús, alguien se vuelve verdaderamente importante cuando desgasta su vida dándole importancia a la vida de otros. Jesús no solo sirvió en vida, sino que dio hasta Su propia vida para suplir la necesidad de la humanidad de ser salvos, Él sí que entendió a profundidad el verdadero servicio.

El servicio, desde el punto de vista bíblico, es prestar asistencia de forma desinteresada a quienes necesitan ayuda, esta puede ser económica, física, emocional y espiritual. Cualquiera que sea el caso siempre debe ir acompañada con la motivación de que Jesús sea visto en cada acción. El servicio cristiano nace del amor genuino que se siente por el Salvador y por aquellos a quienes Él ama y nos da la oportunidad de ayudar y guiar en la vida.

Cuando estamos dispuestos a servir, nuestra posición económica, social, raza, intelecto y hasta nuestra edad, debe quedar a un lado y no ser un impedimento a la hora de accionar en servicio, porque esa es la manera más genuina para servir con el corazón.

Reflexiona:

• ¿Has dejado de servir a otro por considerar que es muy poco lo que puedes hacer?
• ¿Sirves con la actitud correcta en tu corazón o lo has hecho para quedar bien ante los demás?

Cada acción cuenta, cada acción acompañada de amor muestra a la fuente verdadera de amor que es Dios (Karina de Chami).