[Fit] ¿Ser Fit También Incluye a Dios?Muestra

¿Cómo es ser FIT espiritualmente?

En la época del Nuevo Testamento, Israel era gobernada por los romanos, quienes tenían como parte de su cultura la práctica de los deportes de manera recreativa y entrenamiento militar.

Para lograr convertirse en deportista de alto desempeño se necesita fidelidad y disciplina. Fidelidad a los principios del deporte y disciplina para entrenar, descansar y tener una alimentación adecuada. Hay muchas cosas que un atleta deja de lado por perseguir el objetivo de llegar a un campeonato y obtener la recompensa de demostrarle a los demás su capacidad y posicionarse como el mejor.

El Apóstol Pablo menciona la similitud que existe entre la vida cristiana y correr una carrera. Así como un corredor se esfuerza por alcanzar la meta, nosotros nos esforzamos por presentarnos delante de Dios aprobados. La manera en que corramos dependerá de nuestra fidelidad a nuestros principios y nuestra disciplina. Somos responsables de vivir una vida sana en todos los aspectos y de correr de la mejor manera que podamos.

Si para estar saludables necesitamos alimentarnos bien, hacer ejercicio, descansar adecuadamente y evitar la comida chatarra, lo mismo sucede en lo espiritual: necesitamos alimentarnos de la Palabra y tener una relación viva con Dios; ejercitarnos en servir y ayudar a otros; descansar al adorar a Dios de manera personal y con otros creyentes; y evitar el pecado.

Vivir sanos en lo físico equivale a tener una buena condición física, vivir sanos en lo espiritual equivaldría a vivir en santidad. La santidad es vivir a la altura de nuestro entrenador, Jesucristo, quien nos demuestra que es posible hacer todo lo que Él hizo y más. Vivir en santidad nos permite una mayor libertad de vida, por la que podemos actuar confiados en agradar a Dios y estar caminando hacia nuestra meta.

Para correr nuestra carrera espiritual necesitamos el apoyo de nuestro equipo: los demás creyentes con quienes nos reunimos. Nuestra iglesia es el equipo con el que corremos, quienes nos apoyan y en donde podemos encontrar consejo y descanso en momentos de dificultad, en quienes podemos confiar para que nos recuerden las cosas que nuestro entrenador, Jesucristo, dijo y que nos ayudarán a ponerlas en obra.

Hoy puedes tener un nuevo episodio en tu vida y decidir cambiar tu estilo de vida. El cambio que trae ser FIT en lo espiritual, en lo emocional y mental, así como en lo físico seguramente lo notarán los que te rodean y desearán correr contigo. ¡Decídete ya!