La Palabra de Dios: ¡Vívela!Muestra

Hablemos bendición

En ocasiones convertimos en una costumbre hablar palabras que para nosotros son «comunes» pero, en realidad son ofensivas o hirientes. Lo que hablas es un indicador de cómo te sientes.

«El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca» (Lucas 6:45)

Todo tiene un origen. Al momento de nacer nuevo en Cristo, Dios transforma todo lo que somos, y eso incluye nuestras palabras. Hoy quiero animarte a que examines tu forma de hablar y elimines las palabras que no son provechosas para ti ni para los demás.

Quizás piensas: ¿Cómo puedo cambiar mi forma de hablar, mis palabras, si ya es una costumbre? La respuesta es: ¡a través de la Biblia! A medida que la leemos, vamos llenando nuestra mente y corazón de palabras de bendición.

«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira» (Salmo 119:103-104).

Comienza a llenar tu vida de la Palabra de Dios y verás un gran cambio en tu vocabulario.

¡Di palabras de bendición!

Por Laura Cárdenes, Conferencista y Pastora de la Iglesia Cielos Abiertos, en Santo Domingo, República Dominicana.