Biblia Anual (Mes 9)Ejemplo

¿Estás en una prueba? Alaba y bendice a Dios.

En las historias pasadas, hemos leído que muchas de las aflicciones que vivían las personas eran por causa de su pecado. Pero, ¿qué pasa cuando has sido fiel a Dios, has obedecido a Sus mandamientos y no te has alejado de Su camino?

En la historia que leerás este día, conocerás a Job, un hombre oriental, perfecto y temeroso de Dios, quien fue probado para saber si mantendría su integridad para con Dios en medio de la prueba. Satanás le pidió permiso a Dios para probarlo, empezó quitándole sus bienes y a sus hijos y después atentó contra su propia vida.

Sin duda muchas de las situaciones que vivimos son consecuencias de nuestras acciones, pero algunas otras, son pruebas que Dios permite en nuestra vida para probar nuestro corazón para con Él.

¿Qué haces cuando estás en una prueba? ¿Reniegas de Dios? ¿Te enojas contra Él? O, ¿haces lo que hizo Job? ¡Bendecir a Dios!

"Y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno"(Job 1:21).

Cuando la esposa de Job vio el mal en el que se encontraba su esposo, le dijo; que maldijera a Dios y muriera. "Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios" (Job 2:9).

Hace algunos años, mi hijo pequeño enfermó de gravedad. Los doctores no sabían realmente que era, mi desesperación fue tanta que lo llevé con varios médicos. Cuando lo llevé con la última doctora, me dijo que no podía hacer nada, que esperara a que los medicamentos le hicieran efecto. Esa noche mi hijo se volvió a poner muy mal, recuerdo que me acosté con el y le dije que adoráramos juntos a Dios. Yo comencé entonando una alabanza, él me escuchaba y parecía que la tarareaba conmigo. Al amanecer algo sobrenatural sucedió, la fiebre había bajado y se le quitaron por completo todos los malestares.

Este testimonio, no se compara para nada con la historia de Job, pero a mí me dejó una enseñanza: alabar a Dios en medio de la dificultad, es una manera de confiar y de agradecer a Dios a pesar de las pruebas.