Matando la comparaciónMuestra

La inseguridad está en niveles épicos alrededor del mundo porque muchos de nosotros vemos el éxito de otros como nuestro fracaso. Pero, ¿por qué pasa esto? Y, ¿cómo nos liberamos de ello? Bueno, empecemos aquí.

¿Has considerado alguna vez el poder de las palabras? ¿Has considerado alguna vez como las palabras dichas acerca de ti te han hecho verte a ti mismo? En la palabra en que nos centraremos hoy, Proverbios 18:21, la Biblia nos dice que:

"La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos".

La palabra traducida poder es la palabra hebrea Yad, la cual significa mano. Esta escritura, entonces, nos dice que la lengua tiene la capacidad de crear, formar, y moldear, ya sea la vida o la muerte a quienes habla; como una mano. Lo cual me trae a ti.

La raíz de la inseguridad es fundada en las palabras de muerte, desaliento, y degradación que han dicho sobre ti. Son palabras que han fracturado tu identidad. Pudo haber pasado en tu niñez, o pudo haber pasado en tu adultez, pero independientemente de cuándo pasó, el resultado es que no puedes verte a ti mismo claramente porque las grietas que esas palabras crearon en tu identidad han distorsionado cómo te ves a ti mismo.

Entiendo esto muy bien porque crecí mórbidamente obeso. Fui llamado gorda, grasa, Ms. Cerdita, y más por la mayoría de mi niñez y adultez temprana, en última instancia viéndome a mí misma como gorda, fea y nada atractiva. En noveno grado, un chico me dijo: "con un cuerpo como ese, no eres buena para nada excepto para el sexo con las luces apagadas". Todos reventaron en risa...mientras que mi corazón se destrozó. Sus dolientes, mortales palabras atravesaron las muchas grietas que el dolor y palabras de muerte de la gente crearon en la manera en la que me veía a mí misma a través de los años, y la fuerza de estas palabras quebró mi corazón en un millón de pedazos.

Las palabras que se dicen sobre ti tienen importancia. Y matar la comparación requiere investigar las palabras que han sido dichas sobre ti que han sido las manos que han moldeado, esculpido y elaborado tu identidad. Antes de nuestra próxima sesión, ora por la gracia de Dios para que te ayude a reparar el terreno de tu identidad —terreno que ha sido fracturado por palabras hirientes.

Las palabras tienen importancia.