Dios Habla Al Corazón CansadoMuestra

Un ángel toca a Elías

Las historias de los grandes hombres y mujeres de fe no están puestas frente a nosotros para que les imitemos en todo, sino para mostrarnos cómo sobre renglones torcidos Dios hace lo increíble.

Es tiempo, quizá, de que nuestra aproximación al texto no sea tan centrada en Elías (o cualquier otro), en si hizo bien o mal con determinadas reacciones, si acertó huyendo, si debería haber confrontado a los reyes “desde el poder del Dios”, etcétera, porque esto solo pone de manifiesto cuán poco entendemos cómo funcionan las cosas y, lo que más me preocupa, cuán hipócritas podemos llegar a ser desde esa especie posición ventajosa que nos da ver la historia completa desde fuera.

La clave de cualquier porción de la Escritura es mostrar a Dios y Su intervención ante determinadas realidades que no nos es dado juzgar, sino observar, para mirarnos luego hacia dentro, agachar la cabeza y pedirle a Dios que nos ayude a ser sabios.

Por supuesto, debemos imitar a quienes se condujeron en fe a pesar de sus muchas faltas, pero antes de criticar cualquiera de ellas, deberíamos ser capaces de aplicarnos, como poco, en al menos una mínima porción de lo que supieron hacer, sin duda, infinitamente mejor que nosotros.

¿Qué hace Dios frente a la situación de Elías?

• Se hace presente por diferentes medios.
• Él tiene mensajeros por todas partes.
• A veces habla directamente.
• Otras, lo hace a través de ángeles, personas o situaciones... pero Su voz se hace palpable en diversas formas.

Él conoce nuestra condición. Se acuerda de que somos polvo, y provee primero para lo necesario física y psicológicamente, incluso de forma repetida, porque el abatimiento es mucho. Sus recursos de gracia son innumerables.

El ángel toca a Elías: “Levántate y come” –le dice, y provee alimentos para continuar el largo camino. El propósito de Dios para Elías no había terminado. De nuevo, mismas palabras, más comida y bebida, y recordatorio de que queda largo trecho aún.

¿Podría haber intervenido Dios sin estas “mundanalidades” como comer o beber? Él puede hacer lo que quiera, pero es coherente con Su propia creación y sabe cómo funcionamos. Habla alto y claro a través de esa provisión, y no hay nada de segunda categoría si es Él quien lo proporciona.

La situación es difícil, pero la gracia de Dios no cesa, y no nos llevará a ningún lugar para el que no haga provisión.