Tu gran contraataqueMuestra

¡Qué tentación!

El enemigo usa las tentaciones como su principal estrategia para destruir nuestras vidas. Parece que, ya desde pequeños, existe en nosotros esa especie de tendencia hacia lo prohibido. ¡Creo que todos nos hemos llevado alguna vez un calambrazo por tocar ese enchufe que nuestros padres nos habían advertido mil veces que no tocáramos!

Eso es consecuencia de la naturaleza caída en nuestras vidas. La Biblia dice que “la tentación viene de nuestros propios deseos, los cuales nos seducen y nos arrastran…” (Santiago 1:14, NTV).

Es muy interesante la idea que hay detrás de este pasaje. Mira, de hecho, las palabras que usa:

• Nuestros propios deseos: No son los deseos de Dios, y ¡no son ni siquiera deseos que el enemigo pone en nosotros! Son nuestros propios deseos, fuera del orden y de la voluntad de Dios.
• Nos seducen: Esos deseos se muestran como irresistibles, como algo a lo que no podemos negarnos. Por unos instantes, se convierten casi en lo único que queremos hacer, en el centro de todo.
• Nos arrastran: Son tan persuasivos que, al final, nos llevan a la acción, nos arrastran, hasta el punto en el que nos dejamos llevar, y caemos.

Puede parecer, cuando estamos bajo tentación, que no podemos hacer nada para evitarlo y que no nos queda otro remedio que caer, pero ¡nada más lejos de la realidad! En Jesús, tenemos victoria sobre cualquier tipo de pecado o de tentación, y no te digo esto de manera teórica, ¡sino porque lo he experimentado repetidamente en mi vida!

Querido/a amigo/a, ¡hay libertad en Jesús! He experimentado lo que es estar atado a pecados que parecían imposibles dejar, y he vivido el proceso de libertad. Y lo mejor es que he estado atento a las lecciones de ese proceso, para poder así capturar las claves que me han permitido tener una victoria total contra esas estrategias de las tinieblas.

Esas claves son las que quiero compartir contigo a lo largo de esta semana. No sé si lidias de manera habitual con ciertas tentaciones, o si incluso tienes una atadura en tu vida, pero a lo largo de esta semana quiero ayudarte a ser libre del poder de las tentaciones en tu vida. ¿Estás listo/a para empezar a ser libre de esas ataduras?

Dios va a hacer cosas preciosas en tu vida. ¿Por qué el enemigo insiste en tentarnos? ¿Cuál es el beneficio que obtiene de ello?

Para poder entender esto, es necesario que entendamos que, a nivel espiritual, hay una estrategia por parte de las tinieblas de impedir que el Reino de los Cielos se extienda aquí en la tierra. Cuanto más tarde el Reino de Dios en extenderse en la tierra, más tiempo tendrán las tinieblas para intentar dominar este mundo.

El enemigo intenta de todas las maneras posibles que no descubras el poder que tienes en Cristo, ni que brilles con Su luz. Y para eso usa todo tipo de mentiras y argumentos, y trata de embarrarte en pecados, para que no cumplas el destino que Dios ha preparado para ti.

Mira lo que dice la Biblia acerca de las tentaciones que Jesús experimentó en el desierto: “Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo. Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor…” (Lucas 4:13–14).

¿Ves cuál fue la consecuencia de que Jesús resistiese a la tentación? Su vida fue llena del poder del Espíritu Santo, y empezó a extender el Reino de los Cielos a su alrededor. Ese era el gran objetivo de las tinieblas: que Jesús pecase, y que no pudiese cumplir con Su ministerio de salvación.

Cuando tienes tentaciones, el enemigo intentará siempre hacerte pensar que tus acciones no van a tener grandes repercusiones, y que no te afectarán espiritualmente; es solo algo pasajero, y sin importancia. ¡No creas esa mentira! Es todo lo contrario: busca embarrarte con todo tipo de pecado y de condenación, para que así no vivas en el poder de Dios, ni cumplas con tu destino.

Eso es exactamente lo que pude experimentar durante los años en los que estuve atado por diferentes tentaciones. Esos pecados eran un estorbo en mi relación con Dios, me bloqueaban. Cuando fui finalmente libre, pude discernir todas las tinieblas que habían estado detrás, y el esfuerzo del enemigo por engañarme y atar mi vida con ellas.

Querido/a amigo/a, no hay ninguna tentación inocente: todas tienen un objetivo de hundirte y de destruirte. En este día, pídele al Señor que te revele claramente cuáles son todas las tentaciones que estás experimentando, y anótalas en una lista. En los siguientes días, trabajaremos con esa lista, pero mientras tanto, puedes pedirle al Señor que te ayude a ser libre de esos pecados.

¡Eres un Milagro!

Christian Misch

PD: Este devocional ha sido extraído de Un Milagro Cada Día, un email alentador que Christian Misch escribe y envía diariamente a miles de personas. Si quieres recibir cada día este mensaje de aliento en tu correo electrónico, puedes suscribirte en este enlace. Además, al suscribirte recibirás el libro electrónico “10 claves para conectarte con Dios”, el cual te ayudará a profundizar en tu comunión con Dios.