Una esperanza vivaMuestra
Está viva
En estos tiempos que vivimos, todos necesitamos ser inyectados con una dosis de esperanza. Sin ella, la vida se nos hace cuesta arriba, como también se nos puede ir cuesta abajo.
La esperanza suele confundirse con la fe. Sin embargo, esta tiene que ver con el estado de ánimo del ser humano en el cual las personas creen que tendrán buenos resultados en alguna situación. La esperanza y la fe van de la mano, debemos ser optimistas y, a la vez, confiar en que Dios cumplirá cada una de sus promesas.
Existe un refrán popular que dice: “La esperanza es lo último que se pierde”. Sin embargo, muchas veces es lo que primero perdemos.
Hablar de esperanza es hablar de futuro, es hablar de los sueños que nos gustarían ver realizados en nuestra vida. En estos tiempos difíciles es cuando más viva debemos mantener la esperanza anclada a las promesas de Dios; y esa esperanza mantendrá en alto nuestra expectativa del futuro que tenemos por delante.
La esperanza puede permanecer viva en un corazón que cree y confía en la Soberanía de Dios, en un corazón que entiende que Dios sigue teniendo el control de todas las cosas, y ha prometido acompañarnos en medio de las dificultades y llevarnos a puerto seguro.
Reflexiona en las siguientes preguntas:
¿Qué cosas te han hecho perder la esperanza en estos días?
¿Están tu fe y tu esperanza tomadas de la mano?
¿En este tiempo, transmites esperanza o desesperanza?
Escrituras
Acerca de este Plan
Según un refrán popular, la esperanza es lo último que se pierde. Sin embargo, muchas veces es lo que primero perdemos. Hablar de esperanza es hablar de futuro, de la expectativa de vida. En estos tiempos difíciles es cuando más viva debemos mantener la esperanza anclada a las promesas de Dios; y esa esperanza mantendrá en alto nuestra expectativa del futuro que tenemos por delante.
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Nos gustaría agradecer a Comunidad Cristiana Vida Plena por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.ccvidaplena.org/