Así Peleo Mis BatallasMuestra

HUMILLACIÓN

Josafat era rey de Israel y como tantas otras veces debía confrontar a su enemigo. En esta historia veremos la fórmula para saber cómo pelear nuestras batallas. Lo primero que el rey hizo fue humillarse ante Dios diciendo: “…porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros…”. Josafat sabía de victorias pasadas, pero no por esto se enalteció ni se jactó, sino que se humilló. El enemigo, en medio de los problemas a resolver, tratará de hacernos creer que humillarse es perder fuerzas o prestigio. Nada más alejado del secreto de la victoria cuando conocemos a Dios. “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido" (Mateo 23:12 RVR 1960).

Josafat sabía que no podría enfrentar a un ejército tan poderoso. Por eso, busca a Dios para humillarse ante Él y reconocer que su Dios es más grande que su enemigo, que su Dios es más poderoso que su problema a enfrentar. Querido lector en medio de tu batalla personal, laboral, familiar, emocional o de la índole que sea, humíllate a Dios y recuérdale a tu enemigo que tu Dios es más grande. Los principios espirituales son los que Dios nos proveyó para saber cómo pelear nuestras batallas y hoy debemos poner el principio de humillarnos ante Dios para abrir paso a la victoria. Cuando nos humillamos estamos corriéndonos de la escena para darle el lugar a Dios. Es reconocer quién es más grande y ¡sin dudas nadie es más grande que Jesús!

Oración: Dios en medio de esta batalla comienzo acercándome ante el que Todo lo puede. Como Josafat, Señor, me humillo reconociéndote que el enemigo es más grande que yo, pero no que Tú. Me aferró a Tu promesa que asegura que será enaltecido todo aquel que se humillare. Oro creyendo, en el nombre de Jesús, amén.