Dios ama al dador alegreMuestra

¡Los que dan reciben!

Todo granjero está de acuerdo con las famosas palabras de Pablo: "Pero recuerden esto: El que poco siembra, poco cosecha; y el que mucho siembra, mucho cosecha" (2 Corintios 9:6). Uno recoge lo que se siembra. Uno saca del suelo lo que puso en él.

Todo dador generoso está de acuerdo. Aunque el mundo puede suponer que los dadores regalan su felicidad, Dios promete lo contrario. Y algunos de ustedes lo han experimentado. Usted ha estado allí cuando la iglesia que apoyó bautizó a esa mujer en el nombre de Jesús. Ha visto a los niños de edad preescolar con sus mochilas de gran tamaño cantando "Jesús me ama" en la escuela que usted apoyó generosamente. Ha escuchado historias de misioneros que usted apoyó, que llevan el Evangelio, llevan esperanza, llevan el perdón de los pecados. ¡Usted ha recogido una cosecha de alegría!

Y la mayoría de las historias todavía no las conoce. Cuando el pastor al que usted le pagó para que sirviera a tiempo completo ayudó a esa familia a aguantar su problema. Cuando el personal que usted apoyó estaba en el hospital o en la funeraria para transmitir la esperanza del cielo en Jesús. Cuando el adolescente que sentía tanta vergüenza por su pecado le envió un mensaje de texto a su pastor, necesitando desesperadamente gracia, y él se la dio. Usted fue parte de eso. ¿Lo cree? Usted estaba ahí. Sus dones lo hicieron posible.

Para citar a Pablo, "Recuerde". Recuerde el impacto de su generosidad y pronto se dará cuenta de que las palabras de Jesús son verdaderas: es más bendición dar que recibir.