La Libertad de la GenerosidadMuestra
Libertado de la soledad para dar con generosidad
Una fuerza sorprendente del dinero es su poder para aislarnos. Tiene una forma insidiosa de llenar mi campo de visión para que se convierta en mi centro de atención, a expensas de otras cosas o incluso de otras personas. Cuando me centro en priorizar la riqueza y la seguridad futura, tengo menos tiempo para dedicar a conectar con mi entorno. Ya sea por la culpa de tener "demasiado" o por la vergüenza de tener "muy poco", me siento incapaz de articular estas cosas con las personas cercanas a mí. Incluso puedo tener la tentación de pensar que cuanto más tenga, más poder y control tendré. Esto no solo me hace entrar en un ciclo constante de desear más, sino que introduce un nivel de superioridad que hace aún más difícil relacionarse con los demás y ver la belleza en ellos. Puedo comprar muchas cosas con dinero, pero lo que no puedo comprar es una conexión humana genuina y eso es algo que mi corazón anhela profundamente.
Todos los días nos bombardean con preguntas sobre el dinero: ¿Debo gastarlo en esto o en aquello? ¿Cómo puedo ahorrar bien? ¿Cómo y dónde debo dar? Sin embargo, la mayoría de los grupos de compañeros a los que he pertenecido no querían hablar de dinero por miedo a que fuera un tema tabú. Comprendo ese miedo, porque compartir mis pensamientos podría exponerme a su juicio o convertirme en un objetivo de sus donaciones. Sin embargo, al no hablar de las cosas, a veces les damos más poder sobre nuestras vidas. No podemos aprender a liberarnos del poder del dinero si no hablamos de él. También perdemos la oportunidad de participar en la provisión de Dios a través de nosotros, de hacer cosas maravillosas junto a las personas y organizaciones que apoyamos.
El asunto es que no quiero estar solo. Quiero conexión humana genuina donde pueda hablar de lo que hay en mi corazón, sentirme seguro, escuchado y unido. Así que voy al lugar que amo: la Biblia. Hay una razón por la que Jesús habló del dinero tan a menudo: tiene el poder de aislar, pero también tiene el poder de conectar.
Mateo 6:24 nos enseña que es imposible amar a Dios si amamos al dinero, lo que significa que siempre estoy eligiendo si mi corazón está centrado en el dinero o en el amor de Dios. La relación, la comunidad y la conexión genuina son más valiosas que cualquier cantidad en una cuenta bancaria. Preferiría que mi corazón estuviera unido a otros que están haciendo cosas buenas en este mundo. Basta con mirar la advertencia de Jesús de que es más fácil que un rico pase por el ojo de una aguja a que entre en el cielo, para recordar que las decisiones en torno al dinero son difíciles. Siempre han sido difíciles. Pero no estamos solos. Con mi generosidad, otros pueden alegrarse al experimentar la provisión de Dios. Puedo desempeñar un papel en la alegría de otra persona. La generosidad es el hilo que nos une.
Si Jesús habló tanto del poder aislador del dinero como del poder liberador de darlo, seguramente nosotros también podemos hablar de ello. Tal vez hoy puedas acercarte a un amigo y comentarle algunas de las formas como el centrarte en el dinero, te ha hecho sentirte aislado, e invitarle a que comparta contigo su propia experiencia.
Escrituras
Acerca de este Plan
Hablar acerca de nuestras finanzas personales, sean estas muchas o pocas, es un tema que a muchos nos genera ansiedad. ¿Qué tal si descubrieras que la generosidad bíblica es en realidad una invitación a vivir con mayor libertad y alegría? Este devocional de 5 días explora diferentes preocupaciones que comúnmente afectan nuestra relación con el dinero; incluyendo la soledad y el miedo.
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Nos gustaría agradecer a Generosity Path por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://generositypath.org/