¿Abuso en su pasado?Muestra

Mírelos a ellos

Muchas veces, el abuso tiene raíces generacionales. Como dicen: “Las personas heridas causan heridas”. Si usted fue criado por un padre que lo amenazaba físicamente o una madre que lo degradaba diariamente con sus palabras, usted podría haber terminado totalmente desubicado con respecto a la forma como funcionan las relaciones. Las víctimas de abuso pueden convertirse fácilmente en abusadores.

Por eso es esencial que miremos a las personas que Dios ha puesto en nuestro camino, que pueden ayudarnos a sanar. El medio hermano de Jesús, Santiago, escribió: "Confiesen sus pecados unos a otros, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es muy poderosa y efectiva" (Santiago 5:16). Hay poder sanador en el pueblo de Dios. Cuando usted confiesa sus pecados a otros y ellos, a su vez, oran por usted, puede sanar heridas y cambiar comportamientos mucho más rápido que si estuviera solo.

Hoy, le pido que los mire a ellos. A su pastor, si lo tiene. A los consejeros cristianos en su área que se especializan en el abuso. A los amigos que lo conocen, aman a Jesús y tienen relaciones saludables. Sí, va a ser humillante confesarles sus pecados y su historia. Sí, puede haber consecuencias por el hecho de que la verdad salga a la luz. Pero es el mejor paso en el mundo que hay que dar.

Si usted viene de una larga fila de personas heridas, el ciclo puede detenerse. Su árbol genealógico puede cambiar. Por favor, mírelos a ellos. Así es como Dios nos va a ayudar y nos va a sanar.