¿Abuso en su pasado?Muestra

Mírese a sí mismo

Dependiendo de cómo fue criado, cómo su papá trataba a su mamá, cómo su mamá hablaba con su papá o cómo lo trataron los adultos que estaban a su alrededor, es posible que usted no sepa a qué se parece el abuso.

Echemos un vistazo a lo que es el abuso: ¿Tiene un patrón de enojo cuando su pareja o sus hijos no hacen lo que usted quiere? ¿Expresa enojo insultando, con miradas amenazantes, amenazas físicas o actos físicos, como romper cosas o lastimar a las mascotas? ¿Le echa la culpa de esos arrebatos al alcohol, las drogas o a otra persona? ¿Alguna vez usa la Biblia para obtener lo que quiere, diciéndole que él tiene que perdonarla sin importar cuánto lo menosprecie y ella tiene que someterse porque usted es el jefe de la familia? Si eso sucede con frecuencia, eso es abuso (y si no quiere que los demás lean estas palabras, es probable que usted sea un abusador).

Necesito que usted sepa lo mucho que Dios odia el abuso. «El Señor pone a prueba al hombre honrado, pero repudia al injusto y al violento» (Salmo 11:5). El mayor problema con su comportamiento no es que pueda meterlo en problemas legales o costarle el control en casa. El mayor problema es que Dios lo odie. Nadie que continúe viviendo en ese pecado, lastimando a las personas que Dios ama, terminará siendo amado por Dios. Así que antes de que tenga que pararse ante nuestro Padre con una historia de lesiones a sus hijos, mírese a sí mismo.

Y antes de que la culpa de su pecado lo abrume, por favor corra hacia Jesús. Hay esperanza en Su nombre para cada pecador, incluso para usted.