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Siempre es bueno que nos recuerden que Dios está presente entre nosotros. Sin importar a dónde vayamos o a qué nos enfrentemos en la vida. Eso es exactamente lo que Moisés asegura al pueblo israelita en el versículo de hoy. El viaje que les esperaba estaría lleno de incertidumbre, ansiedad y miedo. Pero Moisés les recordó que, a pesar de todo eso, Dios era un aliado y que estaba cerca. No importa lo solos o abrumados que nos sintamos en lo que sea que estemos enfrentando, Dios no nos ha abandonado ni lo hará. Es una promesa.

Hoy, dedica un minuto para orar y pedirle ayuda a Dios, para recordar que está contigo en cada paso del camino.