Elevar: BullyingMuestra

¿Alguna vez construiste fortalezas de almohadas cuando eras niño? ¿Recuerdas que pensabas que eran indestructibles? Había algo con el estar dentro de una fortaleza que nos hacía sentir seguros (¡aunque estuviera hecha de unas cuantas sillas y almohadas viejas!). Si nos sentimos protegidos por una fortaleza hecha de almohadas, ¿cuánto más nos sentiremos protegidos si creemos realmente que Dios es nuestra fortaleza; un lugar seguro para nosotros sin importar lo que estemos enfrentando?

Mientras comienzas tu día, pídele a Dios que te recuerde que Él es tu protector frente a cualquier circunstancia en la que te encuentres.