Plenitud De VidaMuestra

Fuiste Hecho para Prosperar

Durante años, yo (Ben) estaba atrapado en la ansiedad, comíendo en exceso, avergonzado y mirando pornografía. Sabía que estos problemas me estaban alejando de la vida en plenitud que deseaba tener. Estaba luchando por sobrevivir, ni siquiera pensaba en prosperar.

Creo que todos deseamos prosperar, florecer, hacerlo bien en la vida, tener éxito. Todos los días dedicamos tiempo a la escuela, al trabajo, a las relaciones, a nuestra vida espiritual y a los pasatiempos, todo para disfrutar de la vida y prosperar. Pero, ¿qué es lo que realmente conduce a una vida próspera?

Según uno de los estudios más extensos jamás realizados, la Universidad de Harvard descubrió que “las buenas relaciones nos mantienen más felices y saludables."

En el centro de la prosperidad están las relaciones saludables. Dios nos creó para experimentar relaciones en tres categorías:

Con Él, conociendo a Dios personalmente como nuestro padre amoroso.

Con nosotros mismos, teniendo una visión positiva de nosotros y de quién Dios nos hizo.

Con los demás, amándonos y sirviéndonos unos a otros y siendo plenamente conocidos y amados.

Vemos esto desde los primeros capítulos de la Biblia. En Génesis 1 y 2 Dios creó a los primeros humanos, Adán y Eva, en un paraíso llamado Edén. No había dolor ni sufrimiento. Solo había deleite, felicidad, confianza y armonía con Dios y los unos con los otros.

Tenían una abundancia de todo lo que necesitaban, desde sus necesidades físicas hasta sus necesidades emocionales, relacionales y, en última instancia, espirituales.

Dios había establecido un lugar para que prosperaran y experimentaran la plenitud. Aunque vivimos en un mundo roto, Dios ha conectado dentro de nosotros las mismas necesidades y deseos que los primeros humanos.

Fuiste hecho para prosperar y experimentar la integridad, la completitud que proviene de vivir en el diseño de Dios para tu vida.

Da gracias a Dios hoy por ser tu Padre siempre presente, amoroso y cariñoso. Experimenta su presencia y cercanía. Deja que Su amor te inunde. Agradécele por las formas en que ha provisto para tus necesidades a través de Él mismo y de otras personas.

1. ¿Qué podría estar faltando en tu experiencia o visión de Dios, de ti mismo y de los demás?

2. ¿Cuál es el paso que puedes dar para avanzar hacia relaciones más sanas con Dios, contigo mismo y con los demás?

Para profundizar en el tema de hoy, busca Plenitud de Vida, [Free to Thrive] de Josh McDowell y Ben Bennett, dondequiera que vendan libros.