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Ver a Dios

DÍA 3 DE 6

Mira las estrellas

Hay muchas personas que caminan mirando al piso, pareciera que están buscando algo que se les perdió. Si lo utilizamos como una ilustración podríamos decir que también hay mucha gente que vive su vida como si estuvieran mirando al suelo. Todo lo ven en un plano terrenal, sus ojos no se levantan esperanzados para mirar a las alturas porque les cuesta mucho trabajo o, peor aún, porque no les interesa.

Cuando Dios habló con Abraham le dijo que mirara a las estrellas. Le iba a dar una promesa y usó la infinitud de estrellas en el firmamento para garantizarle cómo sería su descendencia. “Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.” Gén. 15:5

Esta experiencia del amigo de Dios, nos lleva a pensar en las palabras dichas por Dios, “Mira ahora los cielos.” Si las sacamos del contexto en el que fueron dichas y las ponemos en el contexto de nuestras vidas, podemos encontrar un consejo de esperanza, de fe, de buenas nuevas. A veces, las condiciones que nos rodean no son tan favorables, y pareciera que las situaciones se siguen enredando y ganando terreno, como la enredadera se va adueñando de todo lo que encuentra a su paso.

Entonces escuchamos esas palabras tan alentadoras, “mira ahora a los cielos.” El salmista experimentó esa necesidad de alzar sus ojos y se encontró ante una verdad absoluta que iluminó su alma, “¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.” Sal. 73:25-26

Es que la vida sin Dios no es vida. Sólo cuando le tenemos a Él, cosa que ocurre por su bendita gracia, podemos vivir la vida con nuestra mirada puesta en Él. Vivimos nuestro día a día de la mano del Señor, sabiéndonos protegidos, guardados y bendecidos por Él.

Cuando el profeta Habacuc miró a su alrededor y vio cómo andaban las cosas, demostró que no negaba su realidad. Sin embargo, porque era un hombre de Dios que había aprendido a mirar al cielo, pudo decir esas maravillosas palabras de fe que al día de hoy siguen resonando con gran fuerza, para bendición de los que creemos en la bondad y la misericordia de nuestro amado Padre celestial.

“Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervos, y en mis alturas me hace andar.” Hab. 3:17-19

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Acerca de este Plan

Ver a Dios

¿Podemos ver a Dios? En este plan nos iremos a la Palabra de Dios para contestar esta importantísima pregunta. Muchos tienen el concepto de un Dios inaccesible, lejano y ajeno al mundo que creó. Pero, no hay nada más lejos de la verdad. Dios es un Dios cercano a quien le ha placido revelarse entre los hombres. Dejemos que su Palabra nos ayude a verle.

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Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://facebook.com/GrettchenStage