"A Solas Con Él"Muestra

"A Solas con Él"

Algunas personas le temen a la soledad, temen estar solos sin nadie a su alrededor. Algunos no soportan estar solos unas cuántas horas, una condición de dependencia demasiado abrumante si lo vemos desde el punto de vista natural.

Personalmente disfruto mucho los momentos en los que me encuentro a solas, porque son esos momentos en los que puedo dedicarme a contemplar de lleno la presencia de Dios, a través de su Palabra, de una canción, de la oración e incluso del mismo silencio; y lo que más disfruto en esos momentos, es de escuchar su voz y poder ser consciente de su obrar en mi vida a través de las enseñanzas que siempre me da cuando estoy a solas con Él sin importar la condición en la que me haya presentado ante su presencia; es decir, en aflicción, en opresión, alegre, etc. Al estar con Él, todo se me olvida; todo dolor desaparece, todo ataque pierde fuerza, todo sufrimiento pierde importancia. Estar en su presencia me llena de fuerza, esperanza y ganas de avanzar, sin importar la situación por la que pueda estar pasando.

Cuando estás a solas con Él, eres consciente de quién fue quien te acercó a su presencia y cómo lo hizo, y no puedes más que desplomarte ante su presencia en gratitud y en amor desbordante por recibir tan maravilloso regalo de perdón, salvación y reconciliación.

Al estar a solas con Él, con nuestro Amado Padre, puedes vivir la unidad divina que nos sana, nos levanta y nos restaura para vivir confiados. Es imposible no levantarte con ganas de seguir luchando y perseverando cuando te has rendido a solas en presencia de tu Creador. En realidad, es lo único que cobra sentido en nuestra vida, vivir rendidos ante su presencia, porque en su presencia hallas plenitud; la plenitud que te da Cristo Jesús al poder disfrutar de la Paternidad Divina y del reino en el que te ha establecido.