"A Solas Con Él"Muestra

"En Silencio y En Quietud"

En ocasiones es necesario guardar silencio frente al bullicio que nos aflige, frente al ruido del entorno que nos ensordece y frente a la algarabía que hay en el mundo y que constantemente está pretendiendo distraernos. Esos momentos de silencio que son necesarios frente a las difíciles circunstancias que atravesamos, frente a la exasperación que ejerce no sólo el enemigo sino nuestra propia naturaleza caída; haciéndonos creer que debemos actuar en nuestra propia fuerza para arreglar lo que consideramos debe tener una solución inmediata, porque nos angustia y nos pone en un estado de vulnerabilidad.

Normalmente queremos en nuestra propia fuerza enfrentar el bullicio que nos oprime, creyendo que somos los encargados de dar solución a aquello que nos atribula. Sin embargo, el obrar que ejerce nuestro Padre Eterno, carece totalmente de algo que tengamos que hacer para garantizar la victoria sobre aquellas situaciones que nos abruman, porque es por su gracia, su misericordia y su poder que podemos vencer cualquier batalla que estemos librando; entendiendo que las mejores armas que podemos tener en esos momentos son el silencio y la quietud, armas que nos da el Espíritu a través de su sabiduría para poder avanzar en total dependencia y confianza en nuestro Padre y en nuestro Amado Señor Jesús.

Permanecer en silencio y en quietud ante la presencia de Dios, ante su obrar y su voluntad, nos permitirá comprender los tiempos que vivimos, nos ayudará a discernir los cambios que debemos ejercer desde el interior hacia el exterior; y lo más importante, nos hará sensibles al susurro apacible de su voz que nos sana y nos restaura, que nos lleva a comprender el propósito por el cual vivimos lo que Él permite que vivamos, llevándonos de gloria en gloria hacia la perfección de su amor.