La definición del amorMuestra

Imagínese el amor

La noche antes de morir, Jesús oró para que el mundo fuera testigo de una unidad y un amor poco comunes entre los cristianos. «Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí» (Juan 17:20,21).

¿Te imaginas que el Padre respondiera a la oración de su Hijo entre nosotros esta semana? Más o menos como… «Mamá, ¿de quién son las flores?». «De unos amigos de la iglesia. Recordaron que tu papá cumple cuatro años de muerto este mes». «¿En serio?».

o «Amigo, ¿por qué conduces ese remedo de camión?». «¿La verdad? Le di lo que tenía ahorrado a una familia de la iglesia que tiene dificultades». «¿En serio?».

o «Espera, ¿tú y tu ex asisten a la misma iglesia?». «Sí, no pudimos resolver la situación entre nosotros, pero nos perdonamos y ambos necesitamos a nuestros amigos de la iglesia en este momento». «¿En serio?».

o «¿A quién le estás enviando ese mensaje de texto?». « A un amigo de la iglesia. Tiene una adicción y tratamos de animarnos mutuamente para mantenernos fuertes». «¿En serio?».

Ese tipo de amor sería extraño y maravilloso. Tal vez el mundo sabría que Jesús es mucho más que una religión. Tal vez se preguntarían si él es el elegido. ¿No sería maravilloso que la iglesia no fuera conocida por su música o sus ministros sino por la forma como nos amamos unos a otros? Gracias a Dios porque tenemos un Padre que escucha, un Jesús que perdona y un Espíritu que nos capacita para ayudarnos a hacer eso mismo.

¡Entonces, hermanos y hermanas, que la luz del amor cristiano resplandezca hoy!