Seguir a JesúsMuestra

Sigue a Jesús en la debilidad

«Pastor», dijo la mujer por teléfono, «necesito que pase por la casa lo antes posible. Es muy urgente».

«¿Qué sucede?», preguntó el pastor.

«Necesito darle mi ofrenda para la iglesia del próximo fin de semana», respondió la mujer.

«¿Por qué no lleva su ofrenda el domingo al culto?», preguntó el pastor.

«Porque si no se la entrego hoy», dijo, «voy a gastarla en alcohol esta noche».

Esa mujer había luchado contra el alcoholismo durante muchos años. La tentación expuso su debilidad espiritual una y otra vez. Sin embargo, ese día tuvo la fortaleza para seguir luchando, una fortaleza que vino de saber que Jesús no murió para salvar a las personas que demuestran que son lo suficientemente fuertes para seguirlo, sino murió para salvar a un mundo lleno de pecadores que regularmente muestran que no lo son.

Tal vez te sientes débil frente a esa misma tentación. O tal vez la tentación sea totalmente diferente. Pero, pase lo que pase, Jesús ya murió para perdonar esa debilidad. Dios te ama. Él está a tu lado. Él ya ha preparado un lugar en el cielo para ti.

Ese es un regalo especial que siempre te dará la fuerza que necesitas para seguir luchando contra tu debilidad.

Por eso el apóstol Pablo escribió: «Si es necesario vanagloriarse, lo haré en aquello que demuestre mi debilidad» (2 Corintios 11:30). Sus debilidades, y la verdad de que son perdonadas en Jesús, le dan poderoso aliento y fortaleza a Pablo y a cualquier persona que alguna vez se haya sentido débil frente a la tentación.