La palabra de Dios para las personas víctimas de abusoMuestra

Dios odia el abuso

Un hombre vino a mi oficina y me confesó que había sido abusivo con su novia. Después de expresar mi grave preocupación por su comportamiento, le dije al hombre lo que le diría a cualquier pecador aparentemente arrepentido: Jesús lo perdona.

Aunque habría consecuencias por sus acciones, Jesús había eliminado su condenación eterna. Incluso le envié un mensaje de texto con un pasaje de la Biblia para que la culpa no lo abrumara (Para tu información, también consulté a la policía para ver qué podía hacer para mantener a la mujer a salvo de futuros abusos).

Sin embargo, un tiempo después, su novia pasó por mi oficina y me contó lo que había sucedido después. El hombre había tomado mi mensaje de texto, se lo había tirado en la cara y se había jactado: «¡Mira! ¡Hasta el pastor está de mi lado!». Mi corazón se desplomó cuando ella repitió sus palabras y llegué a odiar el abuso más de lo que nunca lo había odiado en mi vida.

«El Señor pone a prueba al hombre honrado, pero repudia al injusto y al violento» (Salmo 11:5). Ese pasaje es un recordatorio aterrador de que Dios odia no solo el abuso, sino a los abusadores mismos. Así que si has estado usando el miedo o la fuerza para mantener el control en una relación, ¡arrepiéntete! Antes de presentarte ante el Dios que lo «odia», cambie su corazón y su vida. Puede engañar al pastor o al juez, pero no puede engañar a Dios.

Y si has sido víctima de abuso, deja que estas crudas palabras te recuerden que Dios está de tu lado, cerca de los quebrantados de corazón. Como el siguiente Salmo dice, «El Señor es justo, y ama la justicia; el hombre honrado contemplará su rostro» (versículo 7).