¡El agua de Jesús funciona!Muestra

Jesús tiene que hacerlo

Todos los niños han hecho la misma pregunta: «¿Pero tengo que hacerlo?». Una de las definiciones del verbo tener es designar algo que uno está obligado a hacer. Los niños quieren saber si tienen la opción de no hacer una tarea que realmente no quieren hacer.

Jesús tenía una actitud diferente con respecto a ese «tener que hacer». Mira este impresionante ejemplo: «Y le era necesario pasar por Samaria [A Jesús]» (Juan 4:4). El mapa del antiguo Israel era como un cono de helado de tres bolas donde Judea era la bola más cerca al sur, Galilea estaba ubicada en el norte y Samaria en la mitad. Debido a que los judíos del primer siglo no se juntaban con los samaritanos (Juan 4:9), no «tenían» que pasar por su tierra y tampoco querían hacerlo. Algunos judíos añadieron más millas a sus viajes para eludir Samaria por completo porque no querían estar cerca de personas tan pecaminosas. Pero Jesús «tuvo que» pasar por esa tierra. ¿Por qué? Porque tenía la misión de conocer, amar y salvar a una mujer samaritana y a sus vecinos (Juan 4:39-42).

Me encanta eso de Jesús, ¿a ti no? Él tiene que ir a lugares inesperados, como el lugar en el que tú estás ahora mismo. Él tiene que hacer cosas inesperadas, como tomarse el tiempo de escuchar sus oraciones más cortas y perdonar sus pecados más grandes. Él tiene que bendecir a personas inesperadas, personas como tu (incluso si tu vida es tan caótica como la de un samaritano). ¿Por qué tiene que hacerlo? Porque Él es el Salvador que está atado a la voluntad de su Padre y obligado por su amor incondicional. Lo mejor es que su misericordioso corazón quiere hacerlo. Él quiere bendecirnos.