¡El agua de Jesús funciona!Muestra

El agua de Jesús funciona

Hay dos cosas que me encantan del «agua» que Jesús nos ofrece en el Evangelio de Juan. «Respondió Jesús y le dijo: "Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que brotará para vida eterna"» (Juan 4:13,14).

Lo primero que me encanta es que el agua de Jesús no tiene precio. Observe las palabras, «el agua que yo le daré». Jesús no nos está cobrando precios absurdos como los de la lujosa agua embotellada tomada de manantiales frescos de montaña. Lo que Jesús nos está ofreciendo — Su amor incondicional para saciar su alma sedienta— es gratis. En un regalo. Es gracia. Si se siente demasiado indigno o demasiado pobre espiritualmente para poder pagarlo, Jesús tiene buenas noticias: Su amor es gratis para que usted lo tome y lo disfrute.

Lo segundo que me encanta es que el agua de Jesús funciona. A diferencia de una botella de agua que solo puede satisfacernos por cierto tiempo, la cruz de Jesús es un manantial de agua que nunca se seca. Brota y nos da la vida con Dios cada segundo de cada día. Eso significa que podemos, incluso en este mismo momento, buscar a Jesús y encontrar gracia, misericordia, esperanza y ayuda, sin temor a agotar su precioso amor.

Jesús tiene muchas cosas que nos encantan, pero estas son dos de las más importantes: El agua de Jesús (su promesa que satisface el alma) no tiene precio y ¡funciona!