La hija influencer Muestra

La historia de Rut nos habla de una familia que emigra a otro país por cuestiones económicas. La Biblia aclara que hubo allí una época de hambre, y un hombre de Belén de Judá se fue a vivir a Moab, junto a su esposa y sus 2 hijos (véase Rut 1:1). En resumen, Dios había llevado a Noemí a Moab para traer a Rut a Belén.

Rut estaba dispuesta a todo porque había visto al Dios de Israel en la vida de Noemí, su suegra. Me llama mucho la atención cuando Noemí dice: “Hijas mías” en lugar de llamarlas “nueras” (Rut 1:12). Rut la considera como su propia madre porque coincide exactamente con la cultura oriental.

La declaración de Rut implica que madre e hija están siempre juntas. “Entonces las dos mujeres siguieron caminando hasta llegar a Belén” (Rut 1:19). Hija influencer, recomiendo fuertemente pasar tiempo con tus padres. Trata de interesarte por las necesidades de tus padres, ya que ellos se preocuparon por nosotras en su momento. Pregúntate cómo están, si necesitan algo, y sé esa hija que siempre está disponible. La sociedad en la que vivimos se mueve tan rápido que nunca tenemos tiempo para nada. Y cuando nos llaman nuestros padres para preguntar cada cuántas horas había que tomar un medicamento porque les ha empezado a fallar la memoria, simplemente decimos: “Te llamo más tarde”, y colgamos el teléfono.

Y un día, lloramos como niñas porque observamos que nuestros padres ya no son los que eran antes, no tienen la fuerza física de antes, y no caminan bien como antes. Es más, no recuerdan nuestro nombre y no nos reconocen. Es ahí cuando nos arrepentimos y nos quebrantamos en el alma, al no haber podido dedicar suficiente tiempo a nuestros padres. Hay que comprender que llega un tiempo en que los roles se invierten, pero lo hemos dejado pasar desapercibido como si nada, por el simple hecho de que no hemos compartido suficiente tiempo juntos. Quizás no pase mucho más tiempo hasta que un día, el Señor se los lleve.

Por lo tanto, dispón de un tiempo siempre. Deténte por un momento porque este instante puede ser el último encuentro con tus amados padres. Sé esa hija que siempre está disponible para lo que sus padres necesiten.

Es interesante saber que el Quinto Mandamiento que dice: “Honra a tu padre y a tu madre” (Exodo 20:12), en realidad, significa “aprecia” a tu padre y a tu madre. Cuando veo a mi madre, que es igual a mí, y veo en el espejo que me parezco a mi madre cada día más, digo: “Gracias, Señor, por la madre que me has dado”, pues quiero ser como ella en todos los aspectos, y tengo el honor de haber conocido al Dios de mi madre para servir juntas al mismo Señor. “Tu Dios será mi Dios” (Rut 1:16).