¿Necesita algo de dominio propio?Muestra

¿Estás dispuesto a esperar?

¿Alguna vez has oído hablar de la «prueba del malvavisco» de Stanford? Una vez un profesor de Stanford les ofreció a los niños una opción: podían comerse un malvavisco en ese momento o, si podían esperar, recibirán dos malvaviscos más tarde. ¿Quieres adivinar qué pasó? La mayoría de los niños intentó esperar. Se cubrían los ojos. Se halaban el pelo. ¡Un niño incluso acarició el malvavisco como si fuera un animal de peluche! Al final, solo uno de cada tres niños tuvo el autocontrol para esperar la recompensa.

La vida es solo una versión en macro de ese experimento, ¿no? Satanás nos ofrece algo dulce (por ejemplo, hablarle a alguien con rabia o correr de nuevo al centro comercial a pesar de que el porcentaje de nuestro presupuesto que reservamos para ayudar a los pobres sea cero) y tenemos que decidir si esperar la mayor bendición de Dios o ceder al malvavisco de la tentación.

Aquí es donde Jesús me sorprende. Cuando estaba muriendo de hambre en el desierto, el engañador usó uno de sus trucos más antiguos, una promesa de placer aquí y ahora. «Entonces Jesús le dijo: "Vete, Satanás, porque escrito está: ´Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás’”» (Mateo 4:10). La disposición de esperar de Jesús no fue solo un buen ejemplo para que sigas. Es tu esperanza. Tu salvación. Tu perfección, que te será entregada más tarde en la cruz.

Espero que estés lo suficientemente entusiasmado con las futuras bendiciones para poder esperar cuando le hagas frente a la tentación de hoy. Pero, no importa lo que hagas, yo sé lo que hizo Jesús. Él esperó la bendición de Dios. Y esta es una buena noticia para todos nosotros.

¿Te fue útil este plan devocional? ¡Encuentra más recursos como este aquí!