El Espejo CorrectoMuestra

El espejo.

Todos los días nos despertamos y al menos una vez nos reflejamos frente a algún espejo, ya sea para peinarnos, pintarnos o prepararnos para el día que tenemos programado, mientras hacemos esto podemos estar pensando muchas cosas y la mayoría de las veces esos pensamientos apuntan a nuestra persona. Hace algunos meses recuerdo que regresábamos a casa después de uno de esos días largos y mi esposo volteo a verme y me dijo: “¡no pienses tanto!”, en ese momento algunas lágrimas corrieron sobre mis mejillas porque sentí que era la voz del Espíritu Santo hablando a mi vida, los pensamientos que en ese momento estaba teniendo respecto a mi, eran pensamientos a través de los cuales me estaba descalificando y por ende estaba experimentando frustración.

Antes de seguir adelante, toma algo en que anotar y escribe las primeras 5 cosas que piensas de ti, y con esto en mente leamos 1 Juan 4:17 “En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo”

En esa misma semana el Espíritu Santo hablo a mi corazón y me dijo: “revisa las conversaciones que tienes contigo misma.”, aquella frase fue una orden y me di cuenta que mi vida estaba siguiendo el rumbo de mis pensamientos.

Como hijos de Dios no estamos exentos de pasar por situaciones difíciles, sin embargo el Espíritu Santo todo el tiempo esta recordándonos quienes somos en medio de ese proceso, lo único que necesitas comenzar a hacer es examinarlos y desechar aquellos pensamientos que no describan a Jesucristo, porque así como Él es somos nosotros. Revisa la lista y desecha aquellas cosas que no describen a Jesús, y permite que el Espíritu Santo te convenza de quien eres.

¿Qué ves cuando estás frente al espejo?

Cada mañana que te despiertes y te veas al espejo pregúntale a Dios ¿qué dices tú de mi? y durante el día, y los días posteriores él te estará recordando quién eres, solo ten en cuenta esto, Él jamas habla mal de ti, porque siempre ve a Cristo en ti, así que toda palabra que no lo describa a él simplemente deséchala, pero cada palabra que hable de Él recíbela.