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#6 Él enfrentó dificultades como nosotros

Hasta el año pasado, más de 65 millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares y vivir como refugiados fuera de su país o desplazados dentro del mismo, según la agencia de refugiados de la ONU, Global Trends.

Huyendo por sus vidas, estos millones de personas dejan todo atrás solo para sobrevivir.

Jesús podría decir, sé exactamente cómo es eso. Jesús y sus padres también eran refugiados. Este drama raramente contado siguió a la famosa historia de Navidad y nos muestra cómo el mismo Jesús sabía lo que era ser perseguido, huyendo y en peligro.

¿A dónde corres cuando el rey quiere que tu bebé muera? Los padres de Jesús, María y José, lo sacaron a escondidas de Belén en medio de la noche después de haber sido advertidos de que las tropas del rey Herodes se dirigían a matar a Jesús. Herodes, cerca del final de su loca, loca vida, temía a Jesús. Pensó que Jesús, vaticinado para ser el próximo “rey”, le robaría el trono. Herodes ordenó a sus tropas que acabaran con todos los bebés del vecindario, con la esperanza de que Jesús fuera uno de ellos.

No sabemos exactamente cómo se desarrolló esta noche, pero probablemente sucedió algo así: José y María tomaron sólo lo que podían cargar. Ella protegió a Jesús del aire de la noche y de los ojos de los espías curiosos, y dejaron su casa antes del amanecer. El amanecer traería un dolor indescriptible a los pueblos somnolientos alrededor de Belén. Escaparon por apenas unas horas. Docenas de otros bebés varones no lo hicieron.

Su única opción era Egipto, justo fuera del alcance del loco. Apenas 75 millas hasta la frontera y luego otras 200 millas hasta el pueblo más cercano. Antes de que pudieran descansar de nuevo, caminaron durante casi dos semanas. Una vez fuera de peligro, se escondieron como fugitivos dentro de las comunidades judías en el delta norte de Egipto.

Así fue la infancia de Jesús. Vivieron como refugiados y no regresaron a su país de origen hasta después de la muerte de Herodes. Incluso entonces, con el hijo más malvado de Herodes en el poder en el área de Jerusalén, fueron advertidos para que no se establecieran allí, y se mudaran al norte, a Nazaret. Sí, desplazados, pero más seguros. Todo para seguir con vida.

Una infancia como esa seguramente te cambia.

Así como hoy en día millones han cambiado sus vidas y sus historias han sido reescritas, Jesús entendió esta vulnerabilidad de primera mano. Definió su hogar más por sus relaciones que por su ubicación y su seguridad más por su sentido de propósito que por quién ocupaba el poder. Más adelante en su vida, cuando no tenía casa, ni un lugar fijo para dormir o comer, ni un lugar seguro para descansar, es posible que se haya sentido nuevamente como un refugiado en busca de un hogar. Él nos entiende.

A continuación: Él está por nosotros