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David, el escritor de este Salmo, era muy cercano a Dios. Dios sabía todo sobre David: lo bueno, lo malo y lo feo. ¡Y David sabía que Dios lo amaba sin importar qué! Es por eso que David podía acudir a Dios y ser honesto acerca de los pensamientos inquietos o negativos con los que estaba luchando. ¡Él confiaba en que Dios lo amaría y lo ayudaría pase lo que pase! Lo asombroso es que Dios quiere tener el mismo tipo de relación con todos, ¡incluyéndote a ti! Puedes sentirte igual de seguro en tu relación con Dios porque Dios te creó, te conoce y quiere lo mejor para ti.

Ten una conversación con Dios sobre cualquier pensamiento negativo o inquietante que puedas tener sobre ti mismo. Confía en Dios para que te ayude a superarlo porque sabes que Dios te ama.