Tiempo de calidad.

Ya casi estamos llegando a la meta y sé que no solo experimentarás cosas nuevas después de este plan, sino que podrás ver el respaldo de Dios en todo lo que te ha comunicado hasta hoy. No permitas que las distracciones sean mayores que la decisión de seguir escuchando la voz de Dios. ¡Sigue adelante!

Iniciemos…

Cuando mencionamos tiempo de calidad normalmente hacemos referencia en pasar un buen tiempo de forma agradable con las personas, que podamos divertirnos, interactuar, reírnos y demás con las personas. Sin embargo, el tiempo de calidad al que quiero referirme hoy tiene que ver más con nuestro Padre espiritual que con quien te rodea.

En días pasados había una serie en Netflix que llamaba mucho mi atención. Antes de ver la serie, puse a disposición en mi corazón orar al Padre y preguntarle si realmente el Espíritu Santo quería que la viera. No te diré que recibí una respuesta inmediata de Dios, sino que a través de lo que mora en mí yo misma pude confrontarme y decir: “realmente en mi tiempo de calidad con Dios no duro ni siquiera una hora orando. Entonces, ¿por qué he de ver algo que sé que me va a consumir bastante tiempo y no me va a edificar como lo hace la palabra?

A veces perdemos o invertimos más tiempo en cosas sin provecho que en las cosas que realmente nos ayudan a ser quienes Dios quiere que seamos. El día de hoy Dios te hace una invitación a pasar tiempo con él, un tiempo donde solo estéis él y tú hablando, escudriñando la Palabra, adorando y compartiendo un buen tiempo. Estás invitada a tener hoy, no desperdicies esta gran invitación.

¿Oramos?

Padre, gracias por este día. Apenas faltan 5 días para culminar lo que tú has puesto en el corazón de esta servidora. Te pido por favor que este tiempo que tengamos en ti sea un tiempo diferente donde tú te manifiestes con poder y gloria. Que podamos sentir tu presencia una vez más, enamorarnos de ti Dios y de lo bonito que es compartir contigo. Llévate todas aquellas cosas en las que invertimos nuestro tiempo y que no nos generan provecho alguno. Enséñanos a ser jóvenes sabias aun en medio de todo lo que nos pasa. En el nombre poderoso de Jesús, amén.