DIOS es para siempreMuestra

El dinero es pasajero, pero DIOS es para siempre

Acabo de cometer el error de mirar mi cuenta corriente. 6,85 dólares correspondientes a artículos de baño en el supermercado. 0,93 de un café en la gasolinera. 23,73 de ropa nueva de Kohl's. 114,49 dólares del seguro de vida y discapacidad. 36,00 para la YMCA. 129,78 dólares para Aldi. 21,00 dólares para una hamburguesería local. Lo peor es que ¡esa lista solo incluye algunos de los cobros de las últimas 48 horas!

El dinero es pasajero. Proverbios nos recuerda: «¡Apenas logras poner los ojos en las riquezas, cuando estas ya han desaparecido!¡Es como si les salieran alas, alas de águila, y desaparecen volando por el cielo!» (23:5). Trabajamos muy duro para ganar dinero y ahorrar, pero luego nuestros gastos consumen cada dólar y cada centavo de nuestras cuentas. Un día uno tiene dinero en el banco y al siguiente le está pidiendo a sus amigos que esperen antes de cobrar sus cheques. Aún en los países desarrollados, es difícil sentirse seguro acerca de la propia situación financiera.

En contraste, por eso adoro a DIOS. El DIOS eterno le ha prometido riquezas eternas a su pueblo: «Cristo es mediador de un nuevo pacto para que los llamados reciban la promesa de la herencia eterna, pues con su muerte libera a los hombres de los pecados cometidos bajo el primer pacto» (Hebreos 9:15). Tenemos riquezas eternas que están garantizadas que van a perdurar. La promesa de la presencia de DIOS, cuyo valor es mayor que un camión blindado lleno de oro, es una herencia que no puede tocar ningún conductor sin seguro, ningún recorte empresarial, ni ninguna caída del mercado.

En otras palabras, no importa cuál sea su valor neto o su puntaje crediticio, usted es y siempre será rico espiritualmente. Porque DIOS perdura para siempre.