Vivir libreMuestra

Peleando desde tu libertad

Jesús nos equipa para vivir libres. Cuando vienen las presiones y ataques de la vida, somos todo menos impotentes. Tenemos la fe, la verdad, la rectitud, la paz, la Palabra de Dios, los recursos divinos a través de la oración, y nos tenemos unos a otros. Lo que me encanta sobre la imagen de la armadura que describe Pablo es que muestra una verdad externa sobre una realidad interna.

¡La imagen de una armadura física es exactamente el rol que ocupa Dios para nosotros espiritualmente! Él nos cubre, ayuda y protege en Cristo.

Piénsalo…

• Cinturón: ¿Quién es nuestra verdad?…Jesucristo.
• Coraza: ¿Quién es nuestra rectitud?…Jesucristo.
• Escudo: ¿Quién es el autor y consumador de nuestra fe?…Jesucristo.
• Casco: ¿Quién es nuestra salvación?…Jesucristo.
• Espada: ¿Quién es la Palabra hecha carne?…Jesucristo.
• Calzado: ¿Quién es el Príncipe de Paz?…Jesucristo.

Recuerda, no peleamos para la victoria, ¡peleamos desde la victoria! Él ya ha ganado. No estamos esperando una victoria futura: cuando Cristo murió y resucitó, selló el trato. La deuda que la humanidad poseía fue pagada. ¡Por eso nos “vestimos de Cristo”, sabiendo que en Él, Dios nos ha dado el poder divino para derribar fortalezas y nos ha hecho libres!

Lo que es asombroso de considerar en la ilustración de Pablo de la armadura de un soldado romano es como muestra también el punto más débil de la armadura: la espalda. Estas infanterías de élite romana tenían formaciones avanzadas llamadas falanges donde cada soldado protegía la espalda de otro soldado. ¡Literalmente se cubrían las espaldas unos a otros!

Se podría decir que tu armadura no es solo para ti. Mi armadura no puede solo protegerme a mí sino también a ti. Por eso es muy importante que hablemos de la verdad de Dios entre nosotros, que oremos por y a favor de los demás y que compartamos la fidelidad de Dios.

Oración

¡Equípame hoy, Señor, con Tu armadura! Ármame para estar listo y preparado para la victoria. Dame ojos para ver cómo puedo proteger a otros con lo que me has dado también. ¡Ayúdame a dominar todas las piezas de la armadura para cuando vengan las batallas esté equipado para avanzar, confiando completamente en Ti! Amén.