Cuando Lo Necesitamos DesesperadamenteMuestra

Es Bueno Frenar

Dios es experto en ponernos en circunstancias que usa para sacar lo mejor de nosotros, para poner a prueba toda la sabiduría que nos ha entregado y para confirmar qué tanto confiamos en su Palabra. Igualmente, esas mismas circunstancias también pueden sacar lo peor de nosotros, pueden confirmarnos qué tan inmaduros e inseguros somos y cuánto nos puede estar faltando fortalecernos en la fe que Dios mismo nos ha dado en su Hijo Jesús, quien marca el rumbo de nuestra vida, porque todo lo que vivimos realmente tiene sentido si es vivido para que Él se glorifique en nosotros, de lo contrario, estaríamos viviendo en vano.

Es necesario que en medio de esas circunstancias donde está siendo probada nuestra fe, tomemos consciencia de cómo estamos pensando, hablando y comportándonos; puede ser que esas situaciones que nos ponen en aprietos, nos estén permitiendo ejercer con total convicción el carácter y la identidad que tenemos en Cristo Jesús, o por el contrario, nos refuerce todo aquello a lo que supuestamente ya debimos haber muerto en nuestra carne.

Personalmente doy gracias a Dios por ponerme en situaciones de aprieto donde a mis propios ojos es revelada la condición espiritual en la que me encuentro, porque sólo así, puedo identificar qué es lo que me puede estar estancando e impidiendo avanzar en madurez hacia el propósito de ser como Jesús. Por eso es bueno frenar en esos momentos de prueba donde vemos que las cosas se están saliendo de control, que el temor ha empezado a hostigarnos y que la ansiedad ha empezado a tomar dominio a través de nuestra carne. Es bueno parar y enfocarnos en la Palabra de Dios donde hallamos a Jesús revelado para que sepamos qué es lo que debemos hacer en esas circunstancias de aprieto y de esta forma poder vencer no sólo nuestra carne sino también toda opresión espiritual.