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Ofrenda De Olor FraganteMuestra

Ofrenda De Olor Fragante

DÍA 2 DE 5

Como Aquella Mujer

Cuando se trata de rendir adoración agradable a Dios, pienso en aquella mujer de mala vida que una vez derramó sus lágrimas sobre los pies de Jesús y cómo con sus cabellos los secaba y al mismo tiempo derramaba un delicioso perfume sobre ellos, ungiéndolo no sólo con el perfume sino también con sus lágrimas, como un acto de rendición y humillación ante Él. Noto también al leer estos pasajes Bíblicos, la satisfacción que expresó Jesús, al ver la forma en que esta mujer lo estaba adorando y cómo se agradaba de la entrega sacrificial que ella estaba haciendo al reconocerlo como su Salvador.

Esta mujer me hace comprender cuál es la actitud con la que nos debemos acercar a la presencia de Dios a través de su Hijo Jesús; la honra que ella rindió a Jesús, habla de la entrega y la humillación que tuvo ante su presencia, reconociendo quién era Él y qué podía hacer por ella.

Aquel fariseo que había invitado a Jesús a cenar a su casa, no le dio ni el reconocimiento ni la honra que Jesús merecía; su religiosidad y falsa piedad lo llevó a pensar que era más digno y acepto ante Dios, que aquella mujer. Sin embargo, no reconoció a quien nos da entrada ni la forma en que podemos entrar a la presencia de Dios.

Nosotros también podemos correr el riesgo de caer en lo mismo si nos comportamos como este fariseo, podemos llegar a creer que las muchas obras o activismo que ejercemos nos hacen más dignos de la presencia de Dios, cuando puede suceder que nos estamos alejando de rendir la verdadera adoración que Él espera de nosotros.

Cuando caemos en la trampa de la religiosidad y del "activismo piadoso", perdemos la sensibilidad para reconocer la presencia de Dios y el obrar que su Gracia ejerce en nosotros cuando nos rendimos en adoración y humillación como un acto de total confianza y dependencia ante Él.

Jesús se deleitó en la rendición y adoración que aquella mujer le estaba ofrendando; ella sabía cuál era su condición y reconoció que ante Jesús debía rendirse. Ella sabía que solamente rendida a los pies de Jesús, ofrendando lo mejor que tenía y humillándose ante su presencia, podía encontrar saciedad; Jesús la atraía a la presencia de Dios, lo que tanto necesitaba.

Como aquella mujer debemos rendirnos diariamente ante Jesucristo y reconocer que es Él quien nos acerca permanentemente a Dios, reconociendo nuestra condición pecaminosa y la necesidad que tenemos de su perdón. Las muchas obras que podamos ejercer incluso buscado su Gloria, no reemplazarán jamás lo que su presencia puede producir en nosotros. Dios se deleita de las obras que con amor y con fe hacemos para agradarlo; sin embargo, el estar en su presencia en rendición total, es la forma más certera de garantizar que todo lo que hacemos sube a su Trono como ofrenda de olor fragante.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Ofrenda De Olor Fragante

¿Cuál será el perfume de aroma fragante que realmente agrada a Dios? Mi deseo es que a través de este plan podamos ser convencidos de la manera correcta en que Dios quiere que rindamos adoración a su Nombre; que podamos ...

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Nos gustaría agradecer a Marysela Ocampo O. por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/confiadosenJesucristo/

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