Año Nuevo, Hábitos NuevosMuestra

Metas alcanzables

Uno de los grandes errores que cometemos cuando intentamos nuevos hábitos es que vemos a las personas que ya llegaron a donde queremos no para inspirarnos, sino para compararnos, esto provoca de manera inconsciente que nos pongamos metas que se logran a largo plazo, esperando que se cumplan en poco tiempo.

En Instagram vemos a un hombre con el abdomen perfectamente marcado, o a una mujer con una empresa exitosa, pero se nos olvida recordar que lo que han logrado probablemente les ha tomado la vida entera.

Es por eso que aunque debemos ver a otros que han llegado a donde nosotros queremos llegar, debemos verlos solo para inspirarnos y luego seguir adelante, compitiendo contra nosotros mismos.

Por ejemplo, si estás comenzando a hacer ejercicio, no te pongas la meta de marcar el abdomen, mejor pon la meta realista de bajar dos kilos en un mes; si estás emprendiendo un negocio, no te pongas la meta de ser millonario en un año, sino de lograr que tu negocio sea sostenible en un año.

Esto provocará una mayor sensación de recompensa, recuerda que los pequeños cambios diarios te llevarán a grandes cambios a largo plazo.

Este principio se ve reflejado en los procesos que Dios ha llevado con todos los hombres de la Biblia que admiramos, antes de que David fuera rey, tuvo que pasar por pruebas muy complicadas que formaron su carácter; antes de que Pablo predicara por primera vez, después de su encuentro con Jesús, pasaron aproximadamente 12 años. Dios no tiene prisa y él terminará la obra en nosotros.

Te animo a que en este año nuevo no te compares, ni te pongas metas alcanzables y recuerdes que Dios no tiene prisa.