Año Nuevo, Hábitos NuevosMuestra
Cambia de adentro hacia afuera
¿Qué pasaría si intentáramos cambiar nuestra identidad? ¿Qué resultados podríamos obtener si nuestros cambios fueran de adentro hacia afuera?
Muchas veces no logramos cambiar nuestros malos hábitos porque somos el reflejo de nuestras creencias, que a la larga son más fuertes que los resultados, esos que generalmente tardan en llegar, y que mientras llegan, volvemos a nuestro viejo patrón de conducta.
En otras palabras, mientras estamos en la sala de espera de los resultados, llega nuestra vieja identidad a gritarnos con fuerza que nosotros no nacimos para lo que sea que estemos intentando. Que no nacimos para hacer ejercicio, para comer saludable, para tomar riesgos, para invertir, para emprender un nuevo negocio o para tener una vida más cercana a Dios.
Es por eso que no pasa mucho tiempo para que dejes el gym, para que comiences, otra vez, a llenar tu alacena con comida chatarra, o para que regreses a ese trabajo que detestas, pero que te hace sentir “seguro”. Esto es porque lo que haces refleja lo que en realidad crees que eres.
"Nunca podría dejar de comer pan", "soy muy malo para los deportes", "no soy bueno para las matemáticas", "hablar en público me da pánico", "nunca podré dejar de ver pornografía", "me aburrro cuando oro", "no le entiendo a la Biblia", "no me gusta convivir, por eso no me congrego", "soy un accidente", "soy un tonto", "nadie me acepta como soy".
Son solo ejemplos de pensamientos que afectan nuestra conducta día con día, y que es necesario cambiar cuanto antes, porque de lo contrario, nuestros esfuerzos por cambiar se quedarán en buenas intenciones.
Dios sabía perfectamente que cualquier cambio que no viniera de adentro hacia afuera sería inutil, por eso decidió mandar a su hijo Jesús, para que, como dice la Biblia, nos diera un corazón de carne, y nos diera la mente de Cristo para que solo entonces pudiéramos vivir una vida que agrade a Dios.
Cambia tu mente por la de Cristo y comienza a pensar cosas como: "Soy hijo de Dios", "soy amado", "soy Pueblo escogido", "soy real sacerdocio", "soy más que vencedor", "tengo propósito", "fui planeado por Dios desde el vientre de mi madre", "cuido mi cuerpo porque es templo del Espíritu Santo", "soy una persona capaz, porque soy hecho a imagen de Dios".
En este año nuevo cambia tu identidad y decide creer lo que dice Dios de ti.
Acerca de este Plan
Cada que inicia un nuevo año, empiezan también nuevos sueños, metas y objetivos que nos gustaría lograr, pero si somos honestos, nuestra lista tiene siempre metas que no logramos y que se repiten año con año, pensando una y otra vez que lo lograremos. El objetivo de este plan es darte herramientas bíblicas de apoyo para mejorar tu vida, a través de la construcción de hábitos cotidianos.
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Nos gustaría agradecer a Hokmah por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.hokmah.life/