21 Días De Oración Y Ayuno "Vivir Con Claridad"Muestra

EL ESPÍRITU DE DIOS ESTÁ TRABAJANDO EN USTED

R. C. Sproul, un teólogo estadounidense y pastor ordenado, dijo una vez que "El Espíritu Santo tiene que cambiar el corazón de una persona antes de que pueda decirle 'sí' a Jesús". Significa que solo Dios puede tocar el corazón de una persona, abriéndola y capacitándola para aceptar a Jesucristo como Su Salvador y Señor.

Sin embargo, nuestro camino como cristianos no se detiene en la salvación. El apóstol Pablo describió el cambio que tiene lugar en la salvación como “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es. El hombre viejo ha fallecido; he aquí que ha venido el nuevo ”(2 Corintios 5:17 Edición Ampliada).

Pero Pablo sabía que después de la salvación, todos los cristianos tienen muchos pensamientos y acciones a los que aún deben renunciar. Pablo sabía que era necesario un gran cambio de pensamiento en muchas áreas si los cristianos iban a hacer de Jesús el Señor en todos los aspectos de sus vidas.

Entonces, ¿cómo nos esforzamos por vivir una vida santificada que Dios nos llama a vivir? La verdad es que nuestra fuerza y ​​nuestro poder no son suficientes para construir en nosotros un carácter semejante al de Cristo. Por lo tanto, así como necesitamos que el Espíritu Santo ministre a Cristo en nuestro corazón por fe, también necesitamos al Espíritu Santo si queremos crecer más allá de nuestras propias limitaciones y traspasar nuestras fronteras. De hecho, debido a que la semejanza a Cristo no se produce por imitación sino por habitación (habitáculo o lugar de residencia), ahora es el momento de tomar la decisión correcta de invitar al Espíritu Santo a que se apodere de nuestras vidas y nos transforme para ser como Cristo todos los días.

Oración:
Amado Padre celestial, gracias por el regalo de la salvación que nos has dado gratuitamente mediante Jesucristo. Ahora, al entrar en una vida de discipulado y obediencia en cada área de nuestro ser y a lo largo de toda la historia de nuestras vidas, derrama tu Espíritu sobre nosotros. Danos la fuerza, la sabiduría y la fe para vivir una vida piadosa y victoriosa. En el nombre de Jesús, oramos, Amén.