Alcanzar La Mente De Cristo Muestra

Mantén tu mirada en el balón

Seguramente has oído que los cristianos están llamados a representar a Cristo. Es cierto, pero ¿qué debemos hacer con nuestra falta de perfección? Cristo era perfecto, pero nosotros no lo somos, y no podemos ser perfectos debido a nuestra carne. ¿Cómo, entonces, vamos a representarlo? 

En Filipenses 3:12-16, Pablo nos presenta tres bloques de edificación claves, pero hay dos fundamentos que debemos entender primero:

Fundamento #1 - Nuestra posición en Cristo. Hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Cristo (Hebreos 10:10).

Fundamento #2 - Nuestra condición en Cristo. Los creyentes santificados han sido perfeccionados para siempre en Cristo y están siendo perfeccionados en su condición humana (Hebreos 10:14).

Una vez que tengamos estos dos fundamentos, debemos colocar el primer bloque de construcción, que se encuentra en Filipenses 3:12:

Seguir adelante: al hablar de seguir adelante, Pablo se refiere a la búsqueda continua de la vocación suprema de nuestro llamado: La semejanza con Cristo. Que perseveremos porque aún no hemos llegado allí. Para ello, debemos estar siempre aprendiendo de Dios y de nuestros compañeros cristianos, olvidando lo que queda atrás y enfocándonos en lo que está por delante. No descartes tus defectos, reconócelos y aprende de ellos, pero no dejes que te impidan avanzar.

El segundo bloque de construcción se encuentra en Filipenses 3:14:

Proseguir hacia la meta: enfócate en la línea de meta porque habrá un premio al final de la carrera. Ese premio es entrar en la alegría y la presencia de nuestro Maestro. Lo que hacemos hoy importa para el Cielo. Trabaja duro por el Reino para que te den el premio cuando termines la carrera.

Y, por último, el tercer bloque de construcción se encuentra en Filipenses 3:15: 

Estando todos juntos en esto: luchemos juntos por la semejanza con Cristo y apoyémonos mutuamente durante la carrera. La verdadera perfección cristiana en la Tierra consiste solo en esforzarse por ella, porque al final seremos plenamente perfeccionados cuando lleguemos a su presencia. No esperemos a ser perfectos porque eso no va a ocurrir en este lado del Cielo. Sigamos avanzando juntos, animándonos unos a otros.

Señor, por favor ayúdame a perseverar en el camino hacia la semejanza con Cristo mientras apoyo a otros que están haciendo lo mismo. Ayúdame a acercarme a la semejanza de mi querido Señor Jesús y empodérame para representarlo mejor cada día.