La elección de David Muestra

Nuevos capítulos 

¿Te diste cuenta, que aparte de Jesús, se escribe más sobre David en las Escrituras que de cualquier otro personaje bíblico? Hay 66 capítulos sobre él y 56 de ellos se referencian en el Nuevo Testamento. También escribió 73 de los 150 Salmos. David era músico, líder, guerrero y poeta. Tuvo decepciones en su vida y algunas satisfacciones, sin embargo, a pesar de todo, Dios dijo: «Él es un hombre según mi propio corazón». 

Quiero que veamos lo que Dios tiene para nosotros; que, así como era poco probable que David fuera elegido, nosotros tampoco. En 1 Samuel 16, leemos acerca de David siendo elegido para ser el próximo rey. Saúl era rey en ese momento, pero el profeta Samuel fue enviado por Dios para encontrar al siguiente rey elegido, que resultó ser David. Samuel llenó una vasija con aceite y continuó su viaje. Por lo general, una vasija se llenaba de agua o vino, pero sabía que este viaje se trataría de una unción.

Mientras David era pastor en el campo, Dios lo estaba preparando. El Señor también está haciendo esto en tu vida y en la mía. Él nos está preparando desde el principio para lo que será el fin. Dice en las Escrituras que el que comenzó la buena obra será fiel para completarla. Dios es el Alfa y la Omega. Él conoce el principio y el fin. Sin embargo, nosotros no, lo que nos pone un poco nerviosos. Samuel también tenía miedo. Sabía que su búsqueda del próximo rey podría hacer que Saúl lo matara.

Los nuevos capítulos dan miedo. Pero, tal como lo hizo Samuel, continúa obedeciendo al Señor. Es parte de la naturaleza humana que prefiramos lo conocido, las cosas a las que estamos acostumbrados. Podemos acostumbrarnos tanto a capítulos específicos de nuestra vida que a veces uno nuevo es intimidante. Los nuevos capítulos no siempre son divertidos; algunos incluso son dolorosos. Samuel también hizo preguntas a Dios como: «¿Qué pasaría si…?». Pero Dios ni siquiera respondió. Le dijo que se preparara para su viaje y Samuel obedeció. 

En ocasiones preguntaremos a Dios: «¿Qué si…?», pero solo quiere que fijemos nuestros ojos en él. Concéntrate en él y él se encargará de todo lo demás. ¿Estás entrando en un nuevo capítulo? Obedece, camina con Dios y confía en él.

¡Detente en el fantástico pensamiento de que Dios te ha elegido!