El regalo de NavidadMuestra

La presencia de la estrella

La Biblia dice que los cielos y la tierra declaran la gloria de Dios. Yo creo que la mayoría de los creyentes están de acuerdo con esto. Sin embargo, algo sobre la creación hace que casi toda persona diga, "¡ASOMBROSO!" 

Para algunos, puede ser una gran vista de una montaña en el horizonte. Para otros, el brillante azul de olas rompientes en un océano o las interminables combinaciones de colores que pintan los árboles en otoño. Pero, para muchos, es el esplendor y la multitud de estrellas en el cielo nocturno. Las incontables luces parpadeantes se ven desde una distancia incalculable. Considerar el tamaño, el calor, y el número de ellas es sobrecogedor.

Hubo una estrella que era diferente de las demás. Era la estrella que guió a los reyes hacia Jesús. Esta historia de la estrella es extraordinaria. Comienza con los hombres llamados Magos. Ellos eran "del este," probablemente de Persia. Estos hombres fueron conocidos como reyes y hombres sabios, y el término Mago indica que ambos apelativos eran ciertos. Ellos eran hombres de gran cultura que se elevaron a cargos de autoridad debido a su gran sabiduría.

Estos sabios notaron una estrella nueva y diferente en su cielo nocturno. Había algo distinto sobre esa estrella en particular, ellos creyeron que señalaba la llegada de un gran rey. Decidieron seguir a la estrella ya que entendieron que los dirigiría a este gran rey.

Finalmente la estrella los dirigió donde estaba el bebé Jesús y los sabios lo adoraron y le ofrecieron regalos. Ciertamente ellos no estarían impresionados con María, José, Jesús, o los que los rodeaban. Nada indicaba una presencia real. No había trono, atuendo real, palacio, ni sirvientes.

Eran una familia humilde en medio de un entorno humilde. Sin embargo los sabios no dudaron en reconocer a Jesús como un Rey digno de su adoración. Ellos se inclinaron ante Él y le ofrecieron costosos regalos. Todo esto fue debido a la estrella.

La estrella era la guía para los reyes. Era "una luz brillando en la oscuridad." No se mostraba únicamente en la oscuridad del cielo nocturno sino que era la luz de la revelación que evidenció la verdad de quién era y es Jesús. Jesús es el Rey ante quien otros reyes se postran y adoran. Algunos lo harán voluntariamente, reconociendo quién es Él, mientras que otros lo harán algún día bajo la compulsión de su autoridad mientras estén ante su juicio.

Aún hoy, la estrella nos sigue hablando. Es un recordatorio de que tenemos una presencia con nosotros que nos guía y revela la verdad de Dios para nosotros. Ya no es más una estrella en el cielo sino el Espíritu Santo que ha sido dado para permanecer dentro de nosotros. El es "El Espíritu de Verdad, que nos guía a toda verdad." Él es nuestro "consolador," quien está para iluminar nuestras mentes y espíritus. Él ilumina el camino para que nosotros caminemos con seguridad.

Así como la estrella fue una presencia importante para los reyes sabios guiando cada uno de sus pasos, así ahora estamos guiados por el Espíritu Santo mismo. Proverbios 3:5-6 lo dice bien, "Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia, reconócelo en todos tus camino y Él enderezará tus sendas."